La celebración de los 366 años de la primera aparición la Virgen Coromoto en Guanare estado Portuguesa, inició este sábado con una solemne eucaristía en la Catedral donde permanecía la »Mariofania» (reliquia) que dejó la madre de Jesucristo al Cacique Coromoto en su segunda aparición.
Acompañada de una procesión conformada por grupos de ciclistas, feligreses de distintos estados del país, fieles devotos y el padre Ayender Hernández, rector de la Basílica Menor Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, la reliquia fue movida hasta su santuario y durante el camino, la alcaldía de Guanare y su autoridad, Oscar Novoa, se encargaron de colocar tarimas como puntos de encuentros para que diferentes grupos musicales entonaran canciones nacionales como «Las mañanitas» y «En Venezuela» ante la imagen y «Mariofania» de la Virgen de Coromoto quien desde el año 1942, es la Patrona de Venezuela que bendice el llano de Portuguesa.
La tribu Los Cospes, el grupo indígena que dirigía el Cacique Coromoto, al quien se le apareció la Virgen por primera vez en la quebrada, esperaban la procesión para comenzar a rendirle homenaje con bailes y cantos a la »Mariofania» (reliquia) que le dejó la madre de Jesús a Coromoto en sus manos. Cargaron, bailaron y llevaron a la Virgen a su respectivo santuario donde miles de congregantes la esperaban para dar gracias por milagros concebidos mientras que otros, le clamaban la libertad de Venezuela.
La Eucaristía fue encabezada por el Monseñor José Núñez, Obispo de mérito de la Ciudad de Guayana, quien inició la celebración agradeciendo a la Virgen Coromoto, Patrona de Venezuela, por unir en este día bendito a los hermanos venezolanos sin importar razas ni posición política.
La Santa misa finalizó con el canto de cumpleaños a la Virgen mientras que integrantes de la tribu indígena Los Copes, homenajeaba con reverencia a la imagen de la Patrona de Venezuela, Santísima Virgen de Coromoto.
El programa de actividades se hizo cumplir y cabalgatas, cantos llaneros, oraciones y fuegos artificiales formaron parte de la gran celebración de la primera aparición de la santísima Virgen de Coromoto. Feligreses no se resistían y dejaban soltar sus lágrimas de emoción, aseguraron que la Virgen estaba ahí con ellos para escuchar sus oraciones y suplicas.
