+VIDEOS | Maracaibo «es otra cosa» en sus 489 años
Agencias
El origen del nombre “Maracaibo” ha sido muy discutido, algunos dicen que se debe al cacique Mara, otros creen que el nombre proviene de la lengua indígena, pero ninguna hipótesis se ha impuesto. La Plaza Baralt, la Calle Carabobo, el Palacio de los Cóndores, el Centro de Arte Maracaibo Lía Bermúdez, el Teatro Baralt, la Basílica de la Virgen de Chiquinquirá, el Paseo Ciencias, la Casa de la Capitulación y el Puente sobre el Lago General Rafael Urdaneta, son algunos de los emblemas de esta ciudad que han protagonizado eventos importantes y significativos para su historia.
Sin embargo, la ciudad es hoy el resultado de muchas circunstancias sociales, políticas y culturales. Más allá de sus lugares simbólicos, su acento, su música, e historia de grandes personajes en todos los ámbitos, hay una lista enorme de aspectos por mejorar y cuya responsabilidad es de todos. Recientemente, la inédita crisis eléctrica, los apagones, la basura, el deterioro del transporte y el abandono progresivo en inversión en grandes obras por parte de todos los Gobiernos para una sostenibilidad funcional de la ciudad ha entristecido al ciudadano común. Para muchos, Maracaibo merece ser más ordenada, limpia y verde.
Hoy encontramos a una ciudad anárquica, donde es casi «normal» talar un árbol que tardó 40 años en crecer sin el más mínimo escrúpulo y por motivos que pudieron haberse evaluado de otro modo. Así, vemos una Maracaibo castigada por el sol, deforestada. Quienes tienen hoy 30 o 40 años de edad, no verán, por ejemplo, un árbol frondoso dando sombra en una plaza donde hubo tala. Pocos se detienen a pensar en ello.
Maracaibo es alta generadora de basura, la basura doméstica flota en el Lago de Maracaibo y muestra lo que somos.
De esto conversábamos con el dramaturgo y cultor zuliano Henry Semprún, quien reflexionaba al respecto del aniversario 489 de Maracaibo: «Yo la alumbrara otra vez, la refundara. Esta ciudad que se ha fundado tantas veces, puede ser refundada bajo valores urgentes. Yo siento que perdimos la luz, esta Maracaibo de hoy es una ciudad muy agresiva, una ciudad indolente, que perdió la mirada. Nos encontramos a una ciudad engreída, que se ha creído lo mejor, pero yo nunca estuve de acuerdo con eso, porque ese orgullo no se refleja en el comportamiento social. Somos orgullosos de ser maracuchos, pero no cuidamos la ciudad, no parece que doliera. No creo en la tesis separatista, creo que somos venezolanos ante todo. Nos toca ser un ave fénix».
La socióloga Viviana Márquez coincide con Semprún en que existen muchas tareas pendientes en Maracaibo, desde la casa, desde la escuela y desde los despachos de gobierno. «Maracaibo es una ciudad mujer, generosa, que ha recibido al que llega. Es una madre, pero se ve abandonada, soñando que todos seamos uno, que rescatemos esta ciudad que nos ha enamorado. Maracaibo espera que la rescatemos. Maracaibo quiere seguir siendo un espacio para que se fomente la cultura, la ciudadanía, donde la gente pueda hacer vida democrática, con todas las diferencias políticas o religiosas. Es importante que todos hagamos el esfuerzo de aportar algo para cambiar», expresó.
Panorama
Marginada y sin un real
La crisis en el sector eléctrico nacional queda en evidencia nuevamente, ante la falta de respuesta gubernamental con los apagones constantes en el estado Zulia, donde su capital, Maracaibo, lleva cuatro días sin el servicio luego del incendio en el Puente Rafael Urdaneta y otras fallas producto de “saboteo”.