+VIDEO| Mujeres argentinas muestran los senos en protesta por prohibición de estar en topless
Efe
La idea original de manifestarse con los pechos al desnudo, era protestar por la prohibición de hacer topless en la playa pero el resultado final fue, además del previsto, una cadena de insultos contra los hombres (mirones y no mirones) y demandas de causas políticas que poco tenían que ver con el bautizado «Tetazo Nacional».
Unas seiscientas personas se manifestaron a media tarde en el Obelisco, emblema de la capital argentina. Los primeros en llegar, paradójicamente, fueron hombres. Unos como gesto de solidaridad y otros para aprovechar la ocasión y darse un baño de «voyerismo». Al principio, con cierta timidez, «las chicas» dudaban sobre el comportamiento a seguir, pero no transcurrió mucho tiempo hasta que se pusieron de acuerdo y, a la de «una, dos y tres» se quitaron el «corpiño» (sujetador). Entonces, comenzó la ronda al Obelisco, el monumento, ironías de la convocatoria, más fálico de la capital argentina.
No todas las manifestantes se animaron a mostrar el busto. Es el caso de la diputada Victoria Donda, denostada en el Congreso por, en una ocasión, dar de mamar a su bebé y por su vestuario (llevaba escote pronunciado). Sus compañeros de escaño no dudaron en silbarla y faltarle al respeto con gritos y expresiones soeces. Los más escandalosos —por lo del escote— fueron los de «las bancas» del supuesto progresismo del Frente para la Victoria que lidera la ex presidenta Cristina Fernández. Donda, hija recuperada de detenidos desaparecidos durante la dictadura, reclamó «una sociedad democrática y libre donde se respete el derecho de las mujeres. Tenemos que tener los mismos derechos que los hombres».
En el «totum revolutum» que se convirtió la ronda en torno al Obelisco hubo consignas reiteradas como «Afuera, macho afuera». Los que lograron ser uno más entre las mujeres, en buena medida, lo hicieron ataviados con «corpiños» sobre sus pechos.
Antes de que las mujeres fueran más, algunas lamentaban de que en «el tetazo lo que más vengan sean hombres». Durante toda la convocatoria los comentarios repetidos destacaban la mala suerte de pertenecer a una sociedad retrógrada que «se escandilza en la playa por hacer toples».