+ VIDEO | Las muestras de júbilo aumentan en la Pequeña Habana
Efe
Centenares de cubanos del exilio continuaron concentrándose en la Pequeña Habana de Miami (EE.UU.) durante todo el sábado para festejar la muerte de Fidel Castro.
Los manifestantes expresaron su confianza, entre gritos a favor de la libertad en Cuba, en que su deceso sea el principio del fin de la dictadura en la isla.
Establecimientos como el restaurante Versailles, centro neurálgico de los exiliados en Miami, y las aceras de las calles adyacentes se hallan copadas por una multitud que entre emociones desbordantes canta y celebra el fin de Castro.
Con una mezcla de júbilo por la muerte del «dictador» y de esperanza por un futuro en la isla libre del castrismo, muchos cubanos confiesan a los medios allí presentes que «esperaban celebrar desde hace años la muerte de Castro», mientras otros dicen que «más que celebrar la muerte de nadie, se celebra la esperanza» para la isla con la «desaparición del tirano».
En lo que coinciden todos los entrevistados es en señalar que «va a haber un cambio y la dictadura se va a acabar», dijo un joven cubano al canal Telemundo.
Canales estadounidenses e internacionales toman sin descanso el pulso en la Calle Ocho para conocer el efecto que la muerte del hombre que gobernó con mano de hierro Cuba durante casi sesenta años ha causado en la comunidad cubana de Miami.
Las exaltaciones más patrióticas y anticastristas se ven arropadas en la Calle Ocho por el ondear de banderas cubanas y estadounidenses y el ruido de las bocinas de los coches en solidaridad con los manifestantes.
El festejo no ha cesado desde primeras horas del día en la zona que circunda al Versailles con muestras exaltadas de fervor patriótico y gritos a favor de la libertad en la isla, una concentración que transcurre sin incidentes y bajo un fuerte dispositivo de la Policía del condado de Miami-Dade.
Las escenas de euforia callejera y rabia «porque el asesino Castro no haya sido llevado a los tribunales en vida» se repiten una y otra vez en los comentarios vertidos por los cubanos concentrados en la Calle Ocho.
Una celebración que se ha ido haciendo masiva en las inmediaciones del Versailles con presencia de activistas del exilio y jóvenes cubanoamericanos, además de autoridades locales.
El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, mostró a los medios su deseo de que «pronto surja una Cuba libre y democrática con las mismas libertades que disfrutamos en Estados Unidos».
Giménez, de origen cubano, tachó el régimen instaurado por Castro de «cruel y brutal dictadura», al tiempo que avanzó que el condado de Miami-Dade «no tiene planes de activar su centro de operaciones de emergencia» e instó a los residentes a que «se manifiesten de forma pacífica» en todo momento.
El cubano Enrique Jiménez fue uno de los muchos que levantaron la copa tras conocer la noticia del fallecimiento de Castro y, para celebrarlo esta mañana en la Calle Ocho, se vistió con una camiseta que tenía «preparada» para este día y en la que aparece un montaje de una portada del diario cubano Granma en la que se «informa» de la muerte de Fidel y que hay una «Cuba libre».
«Estamos celebrando la muerte de un dictador que ha tenido a Cuba en un puño», explicó a Efe Jiménez, al que esta noticia le trajo, sin embargo, recuerdos de familiares que «desgraciadamente no han podido disfrutar de este momento».
La ciudad estadounidense de Miami anunció hoy que acogerá un evento el próximo miércoles para mandar un mensaje de libertad a Cuba y servir a la vez como una «alternativa» a los actos fúnebres que se celebrarán en Cuba por la muerte de Fidel Castro. EFE