+VIDEO | Morella León declara por primera vez tras su secuestro de 31 años - 800Noticias
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«Yo solo le pedí dos cosas a Dios: que las llaves abrieran y que no salieran los vecinos, porque si solo abría la puerta y no la reja, y alguien me veía, eso iba a ser una paliza segura para mí», fueron parte de las primeras declaraciones de Morella León López, la mujer que fue secuestrada por su pareja (Matías Enrique Salazar Moure) durante 31 años.

Durante unos minutos estuvo parada frente a la puerta viendo fijamente el manojo de ocho llaves antes de poder escapar, según relató para Crónica Uno, agregando que cualquier detalle la podían llevar a una golpiza por parte de Matías Enrique Salazar Moure.

Detalló que las llaves permanecían en la bisagra superior de la entrada del apartamento C-43 y entonces memorizó la dirección de los dientecitos de cada una de ellas y en qué forma estaba el aro, por si debía regresarlas a su lugar. Las tomó, abrió la reja. El 24 de enero de 2020 la luz del sol tocó su piel por primera vez en los 18 años que tenía cautiva en el Conjunto Residencial Los Mangos, en Maracay (Aragua).

En dos oportunidades Matías la castigó por tomar las llaves. La primera vez, Morella las sacó de un clavito colgado en la pared. La curiosidad la llevó a probarlas, pero no abrieron. Igual no pretendía salir porque era la orden que él le había dado. La segunda vez solo limpió el manojo y Matías se dio cuenta, para ese momento estaba recluida en otro apartamento en el sector Los Samanes. Cuando el agresor se percató recurrió a maltratarla.

«¿Por qué agarraste las llaves?, me dijo muy molesto. Me tomó por los brazos y me paró frente a ellas. Me repetía por qué las había agarrado y me decía que no tenía nada que hacer en la calle. Esa fue la primera paliza que recibí por las llaves. Fue una pelea muy fea, me sorprendía que supiera cómo las había tomado, no sabía cómo lo hizo”, contó.

«Me ponía boca arriba en el colchón, con una pierna neutralizaba uno de mis brazos y con una mano me agarraba por el cuello hasta casi asfixiarme. Cuando yo intentaba quitarle su mano él simplemente me agarraba la muñeca. Con una almohada me tapaba la cara para que nadie me escuchara y me decía: ‘Tienes que entender que debes hacer lo que yo te digo ¿no ves que las cosas salen bien cuando lo haces?’», agregó.

«La gente cree que salir de esa situación es fácil si eso fuese así no existirían las víctimas, el miedo es poderoso y nos congela, pensamos que cuando se nos pase el miedo se nos va a pasar y nunca se nos va a pasar. Te das cuenta que el miedo no se va a pasar, la única forma que voy a salir de esto es accionando», sentenció Morella.

 

Con información de Crónica Uno

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