Un joven negro, padre de dos niños pequeños, murió a tiros en su propio jardín por los disparos de la policía de la ciudad californiana de Sacramento. Los agentes pensaron que portaba un arma que resultó ser … un iPhone, de acuerdo con los vídeos hecho público el miércoles por la noche.
El asesinato ha provocado un gran revuelo en los Estados Unidos, hasta el punto de que el Departamento de Policía de Sacramento (SPD) aseguró en un comunicado que «tendrá en cuenta la importancia de los hechos y su impacto en la población».
Stephon Clark, de 22 años, murió el domingo por la noche detrás de la casa propiedad de sus abuelos, donde vivía. Los dos agentes de policía involucrados, que dispararon 20 balas a la vez, intervinieron por la noche tras una llamada al número de emergencia 911 que informaba que un hombre había roto la ventana de un vehículo en el vecindario.
Tomando a Stephon Clark por el autor de estos delitos, lo persiguieron, apoyados por un helicóptero de la policía equipado con una cámara de infrarrojos. La escena fue filmada desde el cielo, así como las cámaras portátiles conectadas al uniforme de los agentes.