+VIDEO | Iron Maiden revienta la ciudad del rock en Río de Janeiro
EFE
Un universo samurái se tomó este viernes el principal palco de Rock in Río, donde la legendaria banda británica Iron Maiden hizo retumbar a la ciudad del rock con un espectáculo que volvió a sorprender a sus leales seguidores en la jornada metalera que inauguró el festival.
Acompañado de Dream Theater, Gojira y Sepultura en el Palco Mundo, Iron Maiden encabezó la jornada metalera en el primero de los siete días de conciertos de la nueva edición del festival, fecha en la que también se vivió un fuerte tono político en medio de la tensión electoral que se vive en Brasil, a un mes de las presidenciales.
IRON MAIDEN ao vivo no Rock in Rio… pic.twitter.com/56vcnEb6Zc
— @Tonny🇧🇷22 (@Tonny60435172) September 3, 2022
Los gritos de ‘¡fora Bolsonaro, fora Bolsonaro! se escucharon desde que se abrieron las puertas en la Ciudad del Rock, en Río de Janeiro, y siguieron repitiéndose durante las presentaciones de las bandas y en efusivas ruedas de pogo.
El líder ultraderechista busca ser reelegido el próximo 2 de octubre, pero el gran favorito es el exsindicalista y exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, con una intención de voto del 45 %, frente al 32 % de Bolsonaro.
Entre guitarras y katanas
La banda británica, fundada en 1975 por el bajista Steve Harris y considerada una de los grupos de heavy metal más importantes de todos los tiempos, con más de 100 millones de discos vendidos en el mundo, era la más esperada por el público.
Fueron más de dos horas de concierto con temas de su más reciente álbum, «Senjutsu» y lo mejor de la gira «Legacy of the Beast», ya conocida desde la pasada edición del festival en Brasil (2019), pero que volvió a ser apoteósica tres años después.
Tras un juego de luces que osciló sobre el escenario bajo el contundente sonido de los taiko japoneses, simulados con la batería de Nicko McBrian, la banda apareció ante el insistente público.
Minutos después Bruce Dickinson (64, años) saltó al escenario para dar vida con su potente voz a ‘Senjutsu’, la canción que da nombre a su más reciente disco y en la que resume la táctica a seguir en el arte de la guerra.
Los seguidores de los veteranos británicos casi enloquecieron cuando un gigantesco Eddie the Head samurai apareció empuñando una katana e hizo las delicias de los asistentes al luchar contra el guitarrista Janick Gers, en una pelea que parecía de David contra Goliat.
‘Stratego’ y ‘The Writing On The Wall’ completaron esta parte del espectáculo en medio de una medieval ciudad japonesa que emulaba los tiempos del ‘shogunato’ sobre el escenario y que en minutos se transformó en el universo en el que ‘la bestia’ empezó a rugir, donde impactaron el lanza fuego activado por Dickinson, un hombre pájaro gigante y un avión de la segunda guerra mundial.
Debuts y sorpresas
Pese a ser la principal atracción de la noche y teóricamente la última en presentarse, Iron Maiden pidió anticipar su concierto y el cierre de la noche quedó en manos de Dream Theater, que tuvo un público diezmado pero efusivo que le acompañó entusiasta hasta el final y disfrutó de clásicos como ‘6:00’ y ‘Endless sacrifice’ y éxitos recientes como ‘The Alien’.
La banda galesa Bullet For My Valentine, que también hizo su debut en el festival, descrestó con un espectáculo enérgico de principio a fin, que cerró las presentaciones de la tarde en el Palco Sunset, mientras Gojira, que ya había sido aplaudido en la Ciudad del Rock en 2105, impuso el tema ecológico en la jornada metalera con su aclamada ‘Amazonia’.
«Esta canción es sobre la destrucción de las selvas y de sus habitantes, los indígenas de Brasil y de otros países que comparten la selva amazónica», aseguró Joe Duplantier, vocalista de la banda, antes de interpretarla.
El toque sinfónico estuvo a cargo de Sepultura que vistió de etiqueta al thrash metal y sorprendió con clásicos de Beethoven, Stravinsky y Vivaldi adaptados al ritmo del ‘hard rock’.