+VIDEO | ¿Cómo aprender a ser primate tras una sufrida vida de mascota?
EFE
Veinticinco ejemplares de un pequeño tipo de mono, el Tití, decomisados hace unas semanas en una operación contra el tráfico ilegal de animales, avanzan poco a poco en la difícil tarea de aprender a ser primates tras dejar atrás una sufrida vida como mascotas domésticas.
Esta complicada labor la desarrolla la fundación holandesa AAP Primadomus (‘aap’ significa mono en neerlandés) en su centro de rescate de primates y felinos en la sierra de Salinas, en el término de Villena (Alicante), a lo largo de 67.750 metros cuadrados.
Este pionero centro, en su día el primero de España dentro del convenio CITES sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas, alberga actualmente más de cien ejemplares de primates (muchos macacos de Berbería y chimpancés) y dieciséis grandes felinos.
Los últimos en llegar han sido los 25 monos Tití (especie endémica de Brasil) incautados por el Seprona de la Guardia Civil de Alicante en una operación que se saldó con varios investigados en ésta y otras provincias.
De entre 18 y 25 centímetros de altura y un peso que no llega a los 500 gramos, estos simpáticos monos que en el mercado negro ilegal alcanzan los 2.000 euros han sido criados por particulares individualmente en domicilios, pese a que en España es ilegal su tenencia si no es en un núcleo zoológico bajo estrictos requisitos.
La responsable del departamento de Primates del centro, Olga Bellón, ha explicado a Efe que estos animales llegan con severas carencias físicas, sobre todo problemas en las articulaciones (artrosis), en el sistema digestivo y en la dentadura, y especialmente con daños psicológicos ya que «apenas cuentan con habilidades sociales».
Esto es así porque la mayoría vivían dentro de casas, de la que muchos sólo salían en brazos del dueño y atados con una cadena, sin los estímulos necesarios y sin relación con otros primates.