+VIDEO| Ariana Grande enciende polémica con su nuevo videoclip «God is a woman»
El Mundo
«Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanas. Y tú sabrás que mi nombre es Yahvé cuando caiga mi venganza sobre ti». (Ezequiel 25:17). Fue el versículo que Samuel L. Jackson hizo famoso en Pulp Fiction. Samuel L. Jackson era un asesino que recitaba versículos de la Biblia antes de acabar con sus víctimas.
Ahora ya no es de Samuel L. Jackson, ahora ya no es de la Biblia, ahora es de Ariana Grande y de Madonna. Dios es una mujer (God is a woman) es el nuevo single de Grande (se estrenó este viernes). Un single donde se habla del empoderamiento sexual femenino, donde se acaba con los techos de cristal, donde se rompe con el machismo, donde la vagina es la protagonista y donde Ariana cuenta con una de las mujeres símbolo de todo ello: Madonna. La Ambición Rubia pone voz a una parte del discurso, al versículo de Ezequiel 25: 17, pero hecho mujer.
Porque todo el videoclip, que debería haberse estrenado el próximo día 20 de julio, pero que se ha adelantado una semana, es un canto al poder de la mujer, a las fuerzas femeninas y como ha asegurado en Twitter Grande al sexo, porque «el sexo es la fuente de toda la vida. El coño es un privilegio». Así ha respondido la artista a sus seguidores tras el estreno de God is a woman, que en tan sólo tres días cuenta ya con casi 20 millones de visualizaciones.
No es la primera vez que Ariana Grande pone voz al feminismo y al poder de las mujeres. Lo hizo con Love me Harder, Dangerous Woman o Side to Side. Sin embargo, sí es la primera vez que el poder de la vagina y el poder del sexo femenino quedan tan implícitamente destacados.
El single fue escrito por Grande, Max Martin, Savan Kotecha, Rickard Göransson e ILYA; el vídeo fue dirigido por Dave Meyer y forma parte del cuarto álbum de la artista Sweetener, que saldrá a la venta el próximo 17 de agosto.
En el videoclip Ariana Grande se convierte literalmente en Dios. Se transforma en algunas delas firguras más famosos de la mitología, mientras Madonna recita la Biblia y Grande controla el mundo, a los hombres, a la naturaleza…
Ariana usa varios símbolos religiosos que ensalzan su figura y, en general, la de toda mujer, para hacer la comparación de que la feminidad es lo más sagrado y poderoso. La primera imagen del videoclip, por ejemplo, es Ariana en el centro de la galaxia seguido de la artista bañada en pintura en lo que muchos han considerado una metáfora del útero materno.
Baila dentro de la llama de una vela y es adorada por un coro vestido con túnicas blancas. Ella se sienta en la cima del mundo, tocando el ojo de un huracán. O la imagen de la Madre Tierra que Ariana acaricia convirtiéndose en una especie de diosa de la fertilidad.
Sin embargo, hay dos escenas clave en el vídeo. La primera, una gigantesca Ariana, sentada sobre un escalón, frente a un libro abierto en el que hombres diminutos le llaman «puta», «falsa», entre otros ‘halagos’, que rebotan sobre ella. Un símil de la violencia verbal que sufren diariamente millones de mujeres. A Ariana le resbalan los insultos, los hombres que la insultan, sus palabras… Tres lobos la escoltan.
La segunda imagen es el momento del versículo de Madonna. Ariana sujeta un mazo, recita a Ezequiel y lanza contra una cúpula de cristal el mazo, que rompe el techo de cristal. No hace falta explicar lo que significa. A continuación Ariana vuelve a la imagen, custodiada por las piernas abiertas de una mujer. No hay vagina, pero sí una luz que brilla en el centro de las piernas. ¿La luz que ilumina el mundo?
Y para rematar, la imagen final es La creación de Adán que corona la Capilla Sixtina. Pero no está Dios, ni Adán, está Ariana convertida en Dios y Eva, y en su pierna se dibuja quien sería Adán, igual que el fresco de Miguel Ángel, pero con todo el poder de la mujer en toda su plenitud.
Si la simbología del videoclip es el empoderamiento de la mujer, la letra es un canto al sexo libre, a lo terrenal, a lo carnal… La artista dedica parte de la canción al goce del sexo por parte de una pareja compenetrada («cuando él viene a mí yo sigo floreciendo»); al sexo sin ataduras ni complejos («él ve el universo cuando estoy en compañía»).
«Te encanta cómo te muevo;
te encanta cómo te toco;
…cuando todo esté dicho y hecho,
creerás que Dios es una mujer…»
«Chico, me gusta que no tengas miedo;
cariño, acuéstame y oremos;
Te digo cómo me gusta, cómo lo quiero…»