Venezuela sin cuarentena en la recta final de las cuestionadas parlamentarias
EFE
Venezuela ha entrado este lunes en la recta final hacia sus polémicas elecciones legislativas y lo ha hecho sin temor a la pandemia por la COVID-19, pues el país ha levantado los controles sanitarios que evitan los contagios, mientras las autoridades ofrecen un proceso de votación «seguro» para el próximo domingo.
Cuando restan tres días para el final de la campaña política, los aspirantes han intensificado sus acciones para conquistar el voto en tanto que el grueso de la oposición venezolana insiste en llamar a la abstención al alegar que los comicios no serán democráticos.
VOTAR CON DISCIPLINA
El oficialismo desplegó nuevas concentraciones públicas en las que mostró el respaldo de miles de simpatizantes y sus candidatos ofrecieron acalorados discursos, cargados de promesas de cambio y descalificaciones a la oposición que controla la Cámara desde 2016. Varios de estos actos fueron transmitidos por el canal estatal VTV.
El considerado número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien es diputado y candidato a la reelección, encabezó una de estas actividades en el sureño estado Bolívar y desde allí pidió a la militancia del partido gobernante PSUV «salir a votar con mucha disciplina».
El dirigente oficialista llegó al acto entre abrazos de los simpatizantes que lo jalearon, hablaron a escasos centímetros y palmearon sin respetar ninguna distancia de seguridad. Entre ellos, algunos no llevaban tapabocas.
Ya en el estrado, clamó que las elecciones del 6 de diciembre son una venganza contra la oposición que ganó con rotundidad los anteriores comicios de 2015 y que «le hizo daño al país». Por eso, consideró que «el 6 de diciembre debe venir vestido como un ropaje de venganza popular».
VOTAR NO AYUDA
Por otra parte, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) reiteró esta jornada que las elecciones agravarán la crisis que vive el país caribeño y «no ayudarán a resolver los verdaderos problemas del pueblo».
«Ratificamos lo que anteriormente señaláramos al decir que el evento electoral convocado para el próximo 6 de diciembre, lejos de contribuir a la solución democrática de la situación política que hoy vivimos tiende a agravarla», reza un comunicado de la CEV.
Los obispos también renovaron su «llamado urgente a todos quienes dedican sus esfuerzos a la política y a las diversas organizaciones de la sociedad civil a fin de continuar haciendo esfuerzos en conjunto para restablecer los derechos democráticos de la nación».
En este sentido, la CEV considera «necesarias e importantes» todas las iniciativas, entre ellas la convocatoria de una consulta popular como la que ha convocado el líder opositor Juan Guaidó que no tendrá carácter vinculante y se celebrará entre el 7 y el 12 de noviembre.
Acerca de esta consulta, la CEV dice que el pueblo «tiene pleno derecho a expresarse por los legítimos canales garantizados por la Constitución» y no deben dejarse «vencer por el desaliento», sino «continuar haciendo todo lo posible y trabajar por la unidad, la paz y la prosperidad de la nación».
LLAMADO A NO VOTAR
En el extremo de la abstención, la opositora María Corina Machado dijo que descarta la opción electoral como vía para superar la severa crisis que atraviesa el país petrolero, que mantiene casi a más de dos tercios de la población en pobreza extrema.
«Ha habido 29 procesos electorales y todos han terminado igual, el régimen (chavista) los ha utilizado para tratar de lavarse la cara frente a la comunidad internacional con el único propósito de ganar tiempo», dijo Machado durante su participación virtual en el XIII Foro Atlántico, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad.
«Entonces, esas opciones (elecciones) están descartadas, (porque) si tú tienes un criminal, un secuestrador, que tiene al rehén agarrado por el cuello, la única manera de paralizarlo es que tú puedas rodearlo con una fuerza superior que tenga un efecto disuasivo», añadió.
Durante su participación en el foro, la líder de la formación Vente Venezuela aseguró que su propuesta de ejercer mayor presión contra el Gobierno de Nicolás Maduro no es violenta, sino «todo lo contrario».
«Lo que queremos es parar toda la violencia que está cobrando miles de vidas, muchas de ellas silenciosamente, porque son nuestros niños que se mueren de hambre, nuestros jóvenes asesinados por el conflicto armado en la calle, y desde luego un país que se desangra con unos niveles (altos) de migración», sostuvo.