Venezuela: La educación para autistas en tiempos de pandemia
Evely Orta
El coronavirus ha cambiado la rutina diaria de los ciudadanos del mundo, lo que ha obligado a implementar sistemas educativos online que no han sido realmente efectivos en el proceso de enseñanza aprendizaje de los escolares regulares, por ende, es más complicado para los que tienen un trastorno de espectro autista (TEA).
Particularmente en Venezuela, abordar el proceso de enseñanza- aprendizaje de los escolares TEA es sumamente complicado debido a las deficiencias de los servicios esenciales para este fin, la electricidad y el internet que fallan de manera constante en todo el país. A esto se le suma que la responsabilidad recae en los padres y representantes, que en la mayoría de los casos no tienen la capacitación adecuada, ni la paciencia.
Para entender las necesidades especiales de los estudiantes TEA sobre todo a nivel escolar es necesario conocer de qué se trata la condición.
¿Qué es el autismo?
El autismo es origen biológico con un importante componente genético que afecta cualitativamente a diversas funciones psicológicas del individuo: interacción social, comunicación verbal y no verbal, simbolización e imaginación, modos de comportamiento rígidos, inflexibles, estereotipados, intereses restringidos y obsesivos.
Algunos tipos de TEA implican un cierto grado de deficiencia intelectual mientras que, por el contrario, los diagnosticados con el Síndrome de Asperger, tienen un coeficiente intelectual superior a la media.
Debido a estas grandes diferencias en cuanto a nivel de inteligencia, capacidades y potencial de los autistas, es difícil establecer unas estrategias educativas, pautas y patrones metodológicos que sean válidos y eficaces para todos los alumnos diagnosticados de TEA.
Educación a distancia en Venezuela
Joanna Peñalver, presidenta de la Organización Venezolana de Autismo (OVA) y madre de un adolescente Asperger, explicó a 800Noticias, cómo han tenido que abordar el tema de las clases online o a distancia en Venezuela.
En este contexto, indicó que es complicado pues algunos docentes no cuentan con plataformas como Zoom, otros tienen teléfonos móviles que les permite comunicarse por WhatsApp y por último los que realmente no tienen las maneras de enviar el material educativo. De tal manera que se presentan tres escenarios para la población escolar regular y especial, cuyo impacto tiene diferentes niveles.
Sin embargo, Peñalver indicó que este año escolar han logrado de alguna manera organizarse lo que no ocurrió en el periodo pasado, pues el coronavirus tomó por sorpresa a todos, docentes, padres y alumnos.
En el caso de la población especial hay dos grandes retos: el primero es que el docente no tiene la capacitación para impartir las clases a distancia, porque la educación para los que tienen el trastorno del espectro autista requiere estrategias y métodos especializados, debido a que el autismo tiene diferentes niveles, por tanto, hay diversas poblaciones con necesidades distintas.
Ubicándose en la antes mencionada complejidad, Peñalver indicó que, por ejemplo, los escolares que están en el nivel 2 y 3 (tienen menos funcionalidad), requieren una atención específica diferente a los que están en el nivel uno (alto funcionamiento) que van junto con la población escolar regular.
Los más afectados en esta coyuntura son los autistas que tienen menor funcionabilidad porque su educación tiene que ser más especializada, pues los del nivel, unos reciben la misma educación de la población regular, a esto se suma la dificultad que representa para un padre asumir el rol protagónico en este proceso, pues no tienen el conocimiento para ayudar a sus hijos TEA.
En este contexto, Johana Peñalver destacó que en el caso que los padres cuenten con la tecnología también es muy difícil mantener a un autista tantas horas frente a un computador atendiendo las clases virtuales.
Esto ha traído como consecuencia un estrés familiar, para los docentes y por supuesto para los niños y adolescentes TEA, y lo peor ha sido las crisis severas tanto a nivel sensorial como emocional.
Recomienda a los padres, que en la mayoría de los casos habían delegado en terceros la formación de sus hijos, tienen ahora la oportunidad de conocer y conectarse con sus hijos con el trastorno del espectro autista. Algunos han logrado este objetivo asumiendo con entusiasmo la formación de su hijo o hija, pero otros por el contrario están muy frustrados.
Peñalver reconoció que los docentes están haciendo un esfuerzo sobrehumano para atender a la población autista y regular, aunque a su juicio no están midiendo bien la cantidad de actividades que envían fuera de las clases, pues la casa no es la escuela, y nada ni nadie sustituye a un maestro.
Deserción escolar
Peñalver lamentó que debido a la pandemia que afecta al país y la falta de conocimiento de los padres sumado a la poca paciencia se ha registrado desde el pasado marzo una importante deserción escolar de la población autista.
En este sentido explicó que se presentan varios factores, el primero el duelo pues el padre ante de esta situación mundial, que no aceptaba la condición de su hijo, otro factor es el entorno familiar en cuanto a lo económico, pues muchos deben salir a trabajar y por tanto no cuentan con el tiempo que el niño requiere para su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Resaltó que la conexión de unos padres con su hijo autista es única, cuando es positiva los resultados son sorprendentes en todos los aspectos, pero cuando no existe esa conexión el niño no avanza, aunque esté en terapia.
Habla la especialista
Nelsys Marrón, licenciada en educación especial, indicó que, ante esta coyuntura sin precedentes en el país, ha sido complicado tanto para los escolares regulares como para los que tienen la condición TEA.
Este es un proceso inédito, recalcó, inicialmente los meses de marzo y abril, impactaron de manera dramática para todos, tanto para los educadores, padres y muy especialmente en los alumnos pues como se haya dado la rutina les cambió a todos.
Ante esta circunstancia, los docentes y especialista tuvieron que trabajar en primer término con los padres, orientándolos y apoyándolos, pues fueron ellos los que se convirtieron en los ejecutores y hasta se pudiera decir que de manera relajada se dejaron de lado algunos aspectos, centrándose en la rutina, base fundamental en la formación del autista. En este punto, destacó que los niños pasados los 15 días de la cuarentena comenzaron a detonar, a exigir y a tener crisis producto de la misma medida impuesta por el coronavirus.
Esto hizo que se estableciera una comunicación más directa y personal con los padres y los niños a través de las plataformas digitales o directa guardando las medidas de bioseguridad, en este aspecto dijo que se ha ido evolucionando, pero hizo énfasis que toda estrategia que se aplique con los niños tiene que ser multisensorial y tiene que llevar implícita la motivación porque hay un componente adicional que es la pandemia.
¿La casa sustituye a la escuela?
Al ser consultada sobre la posibilidad de sustituir a la escuela por la casa, la especialista afirmó que esto jamás será viable, pues la estructura de la institución educativa como tal, perdería su razón de ser, aunque ya en algunos países esta alternativa sea legal. En el caso de los TEA se perdería el proceso de integración y la posibilidad que ellos se adapten al entorno que los rodea.
Hay diferentes actores que se deben tomar en cuenta: la casa son los padres, hermanos abuelos y tíos, incluido el niño, y la escuela tiene el componente curricular, los docentes y compañeros de clase.
Lo que se haga en esta circunstancia es sobre la marcha, (ensayo-error), evaluar, aplicar correctivos u realizar pruebas porque aquí nadie tiene una receta única, y siempre se debe tener presento que lo más importante será el niño.
Recomendaciones
Tanto Joanna Peñalver como madre y Nelsys Marrón como especialista, coincidieron que en el caso particular de los niños TEA, se debe mantener la rutina, límites y normas, así como abrir un espacio en el hogar destinado para el proceso de enseñanza- aprendizaje.
En este sentido, la licenciada insistió en que manteniendo las rutinas los niños con la condición no van a detonar, y destacó la importancia de que los padres trabajen con el niño de la mano con el docente especialista y si es posible que se a diario.
En el autismo lo fundamental es mantener la estructura, aunque los niños TEA sean rígidos eso los lleva a ellos a saber a qué se enfrentan y no les genere angustias.
Hay que tener presente que el autista en su punto más álgido pudiera expresar sus emociones, precisamente lo que a ellos les cuesta por su condición, cuando algo los altera, les genera ansiedad y los desequilibra, eso hace que se desesperen y no lo puedan verbalizar y para aquellos que no que no son verbales pueden manifestarse con pataletas, gritar y golpear, aclaró Nelsys Marrón, al insistir que para los que tienen la condición les cuesta procesar y expresar sus emociones.
Por su parte, Joanna Peñalver recalcó que, en la experiencia compartida con otros padres, el estímulo sensorial entre una actividad académica y otra, les permite a los representantes mantener al niño TEA por el tiempo requerido conectado con sus clases.