Venezuela en agenda de Pence durante Conferencia de Seguridad en Múnich
EFE
Venezuela y el fin del acuerdo INF de no proliferación nuclear se suman este año a la agenda habitual de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), un foro mundial clave en política exterior y defensa, en el que intervendrán el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, y la canciller alemana, Angela Merkel.
El presidente de la MSC, Wolfgang Ischinger, avanzó este lunes en Berlín los puntos principales de este encuentro, denominado el «Davos de la defensa», en el que participarán más de 600 altos cargos de la política, la empresa y la sociedad civil, entre ellos 35 jefes de estado de gobierno y unos 80 ministros.
Se trata de «la Conferencia de Seguridad mayor y más importante que hemos organizado, tanto por la representación como por los temas» que se van a abordar, aseguró Ischinger sobre la 55º edición de esta cita, cuyo núcleo básico sigue siendo Europa y la OTAN, en un año con «muchas sombras».
Además de los clásicos ámbitos de debate, como la situación de la Alianza atlántica, la integración europea, el distanciamiento entre Rusia y Occidente, la inestabilidad en Oriente Medio, el conflicto entre israelíes y palestinos, Ucrania, Siria y el auge político y militar de China, la MSC va a abordar otras cuestiones candentes en la agenda internacional.
«Doy por supuesto que en los muchos debates también se tratará suficientemente la cuestión de cómo actuar en el drama en Venezuela. Seguro que hay responsables que abordarán el tema. El lado estadounidense, por ejemplo. Me asombraría que la representación rusa no dijese nada», afirmó Ischinger.
El presidente de la MSC resaltó asimismo como novedad un nuevo capítulo en la conferencia dedicado al calentamiento global y a sus repercusiones en el ámbito de la seguridad.
También se tratará la situación de la Unión Europea (UE) y las elecciones de mayo, un momento decisivo porque «todo se va a redefinir» a través de las urnas, pues los comicios determinarán el equilibrio entre las fuerzas políticas en la Eurocámara -y la representación de los euroescépticos y ultraderechistas- y un nuevo reparto de puestos.