Venezolanos colapsan la registraduría de Cúcuta
Agencias
Norte de Santander no tiene capacidad humana, técnica ni de infraestructura para atender el número de usuarios venezolanos que se presentan a realizar trámites en la Registraduría.
Así lo señaló Roque Alirio Martínez Santos, delegado del Registrador Nacional para el departamento.
A diario se observan cientos de venezolanos haciendo filas para realizar trámites, relacionados especialmente, con la obtención de la nacionalidad colombiana.
Estas son tan largas y numerosas que llegan a obstaculizarr gran parte de los negocios contiguos a la Registraduría de Cúcuta, donde la situación es crítica y ocasiona molestias a los demás ciudadanos.
Según un funcionario de esta sede, se atienden alrededor de 800 a 900 personas, de las cuales, casi el 80 por ciento son venezolanas.
Además, este volumen de usuarios aumenta y se repite en los 39 municipios del departamento, dijo Martínez.
Antes, cada funcionario en Cúcuta atendía 70 personas en promedio, y ahora, puede llegar a unas 200 por día.
Son muchos los ciudadanos que se quejan, porque no se pueden movilizar con facilidad por el espacio público debido a la multitud y desorden que provocan la falta de organización de quienes hacen las filas y la escasez de funcionarios.
“Estamos a la espera de tener más funcionarios para alivianar esta situación”, puntualizó el delegado. “Sin embargo, los servicios se siguen prestando a quienes los soliciten en la medida que esté a nuestro alcance”.
“Ahora, todo es más lento y difícil, ya sea para acceder a un turno, o para algo tan elemental como tener información del proceso para agendar citas” señaló Jenny Flórez, ciudadana colombiana.
En esta entidad se hacen trámites de registros, tarjetas de identidad, cédulas, renovación, duplicados, postgrabación de registros, información, e inscripción de cédulas.
Karina Moncada, ciudadana venezolana, es una de las usuarias que desde la madrugada se concentra, carpeta en mano, en la larga espera para ser atendida en Cúcuta para obtener su nacionalidad y la de su mamá.
En ese mismo sentido, debido a las quejas reiteradas por parte de los usuarios, se puso fin a las citas por internet y estas se seguirán gestionando personalmente, directamente en la sede, para evitar estafas por parte de intermediarios ilegales que hacían cobros hasta de 30 mil pesos por cita.
Así mismo, la Registraduría está en busca de un mecanismo para eliminar estos intermediarios que “le sacan el dinero a la gente”, dijo Martínez.
“Ningún proceso de estos tiene costo alguno”, puntualizó el funcionario.