Vellos encarnados: causas y cuidados
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Los vellos enquistados son un problema frecuente, que la mayoría de las personas han padecido alguna vez. Surgen como consecuencia de la depilación con cera o crema o del afeitado con cuchilla. Es el precio que a veces se paga por tratar de mantener la piel totalmente lisa y tersa.
El nombre técnico de los vellos enquistados es “foliculitis”. También se les conoce como vellos encarnados y es una condición en la que los pelos que no logran crecer con normalidad y se instalan debajo de la piel. A veces se infectan y, aunque rara vez tienen consecuencias graves, sí son muy molestos.
Por lo general, los vellos enquistados aparecen en la barba, el mentón o las mejillas de los hombres. En las mujeres son más frecuentes en las axilas, las piernas y la zona púbica. El cuero cabelludo es otra área en donde suelen aparecer, tanto en hombres como en mujeres.
Los vellos enquistados
Los vellos enquistados son frecuentes en aquellas personas que usan métodos de depilación con cera o afeitado.
El vello se origina en el interior de la piel y traza un recorrido que va de dentro hacia afuera. Así, se forma lo que se conoce como folículo piloso, que es una especie de canal. Este nace en lo profundo de la piel, justo en el punto en donde están las células que forman el cabello.
En ese trayecto de dentro hacia afuera también están las gládulas sebáceas. Estas segregan una sustancia de composición grasosa, cuya función es la de darle tersura y suavidad a la piel. A veces, la salida del canal se obstruye o se daña, y esto impide que el vello salga hacia afuera.
En estas condiciones, el pelo comienza a crecer hacia dentro, por debajo de la piel. De esta manera se originan los vellos enquistados. Generalmente dan lugar a pequeños bultos o pápulas, que cuando se infectan presentan pus. La piel muestra un tono más oscuro en esa zona y hay dolor y picor.
Causas del problema
Los factores que más inciden en la formación de los vellos enquistados son la estructura del vello y la forma del folículo. Es más frecuente que un vello se encarne si es rizado y si el folículo piloso presenta curvatura. Esta configuración hace que el vello vuelva a entrar en la piel cuando es cortado.
También es muy habitual que los vellos se encarnen cuando la piel está tensa durante la depilación o afeitado. Dicha tensión lleva a que el vello se retraiga hacia la piel, una vez que es cortado. Posterior a esto, comienza a crecer hacia el interior.
La depilación con pinzas también es causa frecuente de los vellos enquistados. Al halar el vello es fácil que una parte de este quede debajo de la capa exterior de la piel y continúe creciendo de forma anómala. Esto es más frecuente cuando el vello tiene rizos muy ceñidos.
Los vellos encajados fácilmente dan lugar a infecciones, pues causan picor y ocasionan rascado. Este termina infectando el área. También pueden generar cicatrices permanentes o producir un cambio en el pigmento de la piel.
Cuidados que se deben aplicar
Una de las recomendaciones para tratar los vellos enquistados es evitar el rasurado hasta que el folículo sane.
La principal medida de cuidado frente a los vellos encarnados es la de evitar afeitarse o depilarse hasta que este no sane. Esto tarda entre uno y seis meses. Si no es posible la espera, la mejor alternativa es practicarse un tratamiento con láser, ya que este permite extraer el vello a un nivel más profundo y también inhibe el crecimiento de vello.
Es necesario anotar que el tratamiento láser puede ocasionar efectos indeseables como ampollas, oscurecimiento de la piel o cicatrices. En caso que no se desee este tipo de tratamiento, también es posible abordar el problema con medicamentos, generalmente en forma de crema.
Para evitar las molestias que ocasionan los vellos enquistados, lo mejor es mantener muy limpia la zona afectada, lavándola con agua y un jabón suave. También es bueno frotar levemente la piel con un guante de crin durante el baño, y aplicar una crema con antibiótico.
Cómo prevenir
Para prevenir la formación de vellos enquistados, se recomiendan las siguientes medidas:
- No afeitarse o depilarse, sino más bien cortar el vello con tijeras o realizarse una depilación láser.
- Emplear una afeitadora eléctrica y no cortarse el vello a ras.
- Si se opta por rasurarse, se debe emplear una cuchilla con buen filo.
- Aplicar espuma para afeitar o depilar.
- No estirar la piel antes de afeitarse, rasurarse o depilarse.
- Rasurar en dirección al vello.
- Aplicar una higiene extrema durante la depilación.
- Exfoliar la piel con frecuencia.
- Aplicar crema hidratante después de la depilación o rasurado.
- No utilizar ropa ajustada.
La mayor parte de las veces, los vellos enquistados obedecen a un problema benigno. Sin embargo, no por ello dejan de ser molestos y antiestéticos. Además, si no se tratan de forma adecuada, pueden conducir a una infección. Por eso, ante cualquier señal de complicación, se debe buscar apoyo del médico o dermatólogo.