Varias ONG denuncian la pasividad del Hungría ante la llegada de refugiados
EFE
Varias organizaciones no gubernamentales y la prensa independiente de Hungría están denunciando lo que consideran la pasividad del Gobierno húngaro ante la llegada de refugiados que huyen de la guerra en Ucrania, y piden más coordinación entre las grandes ONG y las asociaciones más pequeñas.
«El Estado tiene seis organizaciones caritativas preferidas, las más grandes, con las que coordina, y las demás hacen lo que pueden» por su cuenta, explica a Efe András Siewert, fundador de la ONG Migration Aid, creada durante la crisis migratoria de 2015.
«El Estado debe dar pasos para coordinar el trabajo de las organizaciones», opina.
EL TRABAJO DE LOS PEQUEÑOS
Grupos como Migration Aid, que realiza un importante trabajo en apoyo de los refugiados con sus más de 500 voluntarios, funcionan con las donaciones de voluntarios y reciben ayuda y coordinación sólo de algunos Ayuntamientos, pero no del Gobierno central.
«Muchas de las iniciativas realmente importantes surgen de organizaciones más pequeñas», reivindica Siewert, añadiendo que en Austria y Alemania se han integrado a todas la organizaciones en la coordinación de los trabajos humanitarios.
Según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), hasta el momento han llegado a Hungría más de 280.000 personas que huyen de la invasión rusa de Ucrania.
En su gran mayoría, los refugiados ucranianos se quedan en el país sólo unos días antes de seguir hacia otros destinos.
«Pienso que esta crisis es y será tan grande como para obligar al Estado a movilizar todos los recursos accesibles, y que no podrá ignorar que hay muchas organizaciones civiles más pequeñas que trabajan muy bien y manejan la situación de una manera efectiva», recalca Siewert.
Medios de comunicación independientes han criticado también la pasividad del Gobierno, que solo apoya a las organizaciones más grandes, como Cáritas o la Cruz Roja, con dinero, sin involucrarse en la ayuda y coordinación de tareas.
«El Gobierno abandona a los refugiados y solo los ciudadanos son los que realmente ayudan», asegura la revista Magyar Narancs, que denuncia que el apoyo estatal se limita al que ofrece la Policía en las grandes estaciones de trenes y en los cruces de frontera.
NI UN CÉNTIMO DEL GOBIERNO
Las donaciones, económicas y de material, que hacen los particulares siguen siendo muy importantes, y es con esa ayuda con la que Migration Aid pudo inaugurar recientemente un centro de acogida en Budapest.
En la Calle de Madrid del distrito 4 de Budapest esta organización ha instalado un centro con capacidad para atender a 300 personas durante el par de días que se quedan en Hungría antes de continuar su viaje, principalmente a otros países de Europa Occidental.
«Lo hemos instalado sin un céntimo estatal», asegura Siewert.
En este albergue, remodelado y renovado por voluntarios, las familias, en su gran mayoría madres con hijos, ocupan 64 habitaciones de entre dos y seis camas, muchas de ellas con baño privado.
En el centro hay wifi, un improvisado consultorio donde trabajan algunos médicos de forma voluntaria, un comedor, cocina y una zona de juego para los más pequeños.
Poco después de anunciar que el centro se abriría, comenzaron a llover las donaciones privadas.
«Tenemos como 20 microondas», pone como ejemplo uno de los voluntarios.
El centro se ha diseñado pensando en los refugiados que están sólo de paso por Hungría.
Así, la estancia máxima permitida es de tres noches y desde aquí salen tres veces a la semana autobuses lanzadera hacia Viena, un servicio organizado junto al Ayuntamiento de la capital austríaca. EFE