Vargas Llosa ve con optimismo el futuro de A.Latina sin quimeras populistas - 800Noticias
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EFE

El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ve razones para mirar con «optimismo» el futuro de una Latinoamérica que está dejando atrás la «quimera populista», aunque la región esté aún lejos del «ideal» por problemas como la corrupción, afirmó este jueves durante una conferencia en Buenos Aires.

«Los latinoamericanos han llegado a aceptar que el único modelo para convertir la pobreza en desarrollo es el de la cultura de la libertad, es decir, la democracia política, la economía de mercado», sostuvo hoy el autor peruano, de visita en Argentina para presentar su última novela, «Cinco esquinas», en la Feria del Libro de Buenos Aires.

«Los antiguos paradigmas de una derecha y de una izquierda extrema han desaparecido en América Latina. Creo que en ningún país latinoamericano existe idea de que una dictadura militar puede ser solución para nuestros problemas y ni creo que ningún país latinoamericano de una fuerza más o menos considerable crea en la revolución socialista», continuó.

El escritor ejemplificó esa tendencia incluso con el caso de Cuba, donde la «utopía del socialismo» está «desapareciendo de una forma muy discreta», y con el nuevo rumbo adoptado por Argentina desde la asunción de Mauricio Macri, que supuso el fin del kirchnerismo (corriente del peronismo).

«¿Hay un peronismo compatible con la democracia? Seguramente, un peronismo que ya no es peronismo, que tiene solo el cartel (…) Es el movimiento que corta todo el progreso de Argentina», apuntó, desatando los aplausos del público asistente a la conferencia, organizada por la Cámara Argentina de Comercio bajo el título «Latinoamérica de cara al futuro».

Pese a lo que definió como el «doloroso caso de Venezuela«, Vargas Llosa valoró que la «base de la democracia» haya crecido en la región en los últimos tiempos.

Venezuela es el «último país de América Latina que ha intentado materializar la utopía socialista» y «tenemos a la vista el resultado de esta quimera: un país potencialmente muy rico que se muere literalmente de hambre», recalcó.

En ese sentido, criticó que los países y las organizaciones regionales no condenen abiertamente la situación enVenezuela, lo que les hace «cobardes» por no defender en la política exterior la democracia que «internamente practican».

«La OEA (Organización de Estados Americanos) es una gran cómplice de las dictaduras latinoamericanas, todavía no ha hecho nada», acusó el escritor en la segunda parte del evento, que constó de una disertación y de un diálogo con dos periodistas argentinos.

También consideró «sano» para la región la «catarsis» que vive Brasil, en referencia al proceso que estudia la apertura de juicio político contra la presidenta, Dilma Rousseff, porque, pese a las dificultades, no se pone en duda el futuro de la democracia.

«Los brasileños que salen a la calle no están pidiendo socialismo, no están pidiendo el estatismo, el colectivismo, la nacionalización de las industrias llamadas estratégicas… Ni muchísimo menos. Están pidiendo que los ladrones vayan a la cárcel», expresó el autor de «La fiesta del chivo».

Respecto de Chile, valoró que aunque hay medidas «inquietantes», como la reciente propuesta de reforma educativa que merece ser «criticada» por sus «ribetes estatistas», tampoco está en riesgo un «retroceso» democrático gracias a años de «buena política económica».

La necesidad de un sistema educativo «eficaz» que promueva la «igualdad de oportunidades» es un punto «neurálgico», consideró el autor, tanto para el mundo como para América Latina, donde además hay que cambiar la mentalidad para frenar la corrupción.

«Hemos sido demasiado tolerantes con la corrupción porque no había una cultura democrática profundamente enraizada en nuestros países, pero eso está empezando a cambiar», incidió.

Si no se lucha contra ese fenómeno, se corre el riesgo de un «desencanto» ciudadano con la democracia, como ha ocurrido, según él, en España.

«De pronto se descubren políticos que han estado en el poder y que ha utilizado el poder para enriquecerse. Y eso ha traído el fenómeno de Podemos», indicó.

El apoyo de Vargas Llosa a la legalización de las drogas ante la ineficacia de luchar contra el narcotráfico mediante la represión, la degradación del periodismo, y la banalización de la cultura en la era «del espectáculo» fueron otros de los puntos abordados.

La apertura del evento estuvo a cargo de Hernán Lombardi, titular del Sistema federal de Medios y Contenidos Públicos del Gobierno argentino, y el cierre, en manos del ministro de Cultura del país, Pablo Avelluto.

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