Uso de dos medicamentos mejoran un 24 % el tiempo de progresión cáncer
EFE
El uso combinado de dos medicamentos, neratinib y capecitabina, retrasa hasta en un 24 % el tiempo de progresión del cáncer de mama HER2+, que tiende a crecer más rápido, frente a la combinación con lapatinib, según los resultados del ensayo NALA, en el que trabajan dos investigadoras del Hospital del Vall d’Hebron de Barcelona.
El cáncer de mama HER2+ se da en aproximadamente uno de cada seis casos y tiende a ser más agresivo que otros subtipos de cáncer, según ha informado hoy viernes el hospital barcelonés.
Una de las estrategias terapéuticas en las que trabajan las investigadoras en este tipo de tumores es la inhibición del receptor de HER2 a nivel del dominio de la tirosina quinasa (conjunto de enzimas perteneciente al grupo de la proteína quinasas).
Ahora se han publicado los resultados del ensayo NALA en el Journal of Clinical Oncology, en un artículo cuya primera autora e investigadora principal es la doctora Cristina Saura, jefa de la unidad de cáncer de mama del Hospital del Vall d’Hebron y líder del grupo de cáncer de mama en el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y en el que también ha participado la doctora Mafalda Oliveira, oncóloga del mismo centro hospitalario.
En el ensayo en fase III multicéntrico se ha comparado neratinib con lapatinib -ambos inhibidores del receptor HER2 a nivel de la tirosina quinasa-, en combinación con capcitabina.
Estos resultados ya se habían avanzado el pasado año durante el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) y ya cuenta con la aprobación en Estados Unidos, por lo que se espera que este estudio suponga su luz verde en Europa.
En total, han participado en el ensayo 621 pacientes a nivel mundial y se ha demostrado que el tratamiento combinado de neratinib y capecitabina mejora significativamente el tiempo libre de progresión de enfermedad frente a la combinación con lapatinib.
La doctora Saura ha explicado que «se ha visto que es posible reducir en un 24 % el riesgo de progresión de la enfermedad en pacientes que ya habían sido tratadas previamente al menos con otros dos tratamientos anti-HER2».
También se ha demostrado que es capaz de retrasar la necesidad del tratamiento por aparición de síntomas neurológicos derivados de las metástasis cerebrales de las pacientes, por la buena llegada del fármaco a nivel del sistema nervioso central.
«Se trata de una molécula muy pequeña, lo que ayuda a que atraviese la barrera hematoencefálica y llegue al cerebro. Esto hace que este tratamiento haga efecto sobre los síntomas de las metástasis cerebrales y retrase el tiempo de intervención sobre ellas», ha indicado Saura.
La principal toxicidad de este tratamiento es la digestiva, especialmente la diarrea, se apunta en el comunicado.
El grupo académico de investigación en Oncología SOLTI, que cuenta con más de 400 investigadores y unos 80 centros hospitalarios de España, Portugal, Francia e Italia, ha actuado como coordinador del estudio, en el que han participado veinte hospitales españoles y tres de Portugal y con 63 pacientes.
Cristina Saura, que es vocal de la junta directiva de SOLTI, ha resaltado el esfuerzo desarrollado entre los centros que han participado en el estudio.
Además, las muestras recogidas en el ensayo NALA están siendo usadas para identificar biomarcadores que puedan predecir qué pacientes podrían beneficiarse más de recibir este tipo de tratamiento.
En este sentido, la doctora Ana Vivancos, jefa del grupo de Genómica del cáncer del VHIO, y Judit Matito, del mismo grupo, en cuyo laboratorio se ha hecho el análisis para buscar mutaciones, ha indicado que «este trabajo nos ha permitido explorar de forma retrospectiva múltiples biomarcadores que en un futuro pueden ser importantes a la hora de decidirse por un tipo u otro de tratamiento».