Unicef pide el cese de la violencia en Yenín y exige protección para los niños
EFE
Unicef pidió el «cese inmediato de la violencia armada» en el campo de refugiados de Yenín, en la Cisjordania ocupada, e instó a todas las partes a proporcionar a los niños «la protección a la que tienen derecho» tras la operación militar a gran escala que lanzó ayer Israel.
«Según los últimos informes, al menos tres niños murieron ayer y muchos otros resultaron heridos, mientras que cientos de familias han sido desplazadas por los continuos combates», dijo la directora regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Oriente Medio y el Norte de África, Adele Khodr, sobre la escalada de violencia en Yenín.
Khodr lamentó que los servicios básicos, como el agua y la electricidad, están interrumpidos en el campo de refugiados local y pidió «el cese inmediato de la violencia armada», ya que «siempre hay que proteger a los niños de todas las formas de violencia y de las violaciones graves».
En este sentido, recordó que «todas las partes tienen la obligación de proteger a los civiles -especialmente a los niños- de acuerdo con el derecho internacional humanitario y de los derechos humanos».
En la misma nota, destacó que en los dos últimos años, los niños han sido testigos de ciclos recurrentes de violencia, con tres escaladas en la Franja de Gaza y sus alrededores y numerosos incidentes relacionados con el conflicto en Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental.
Asimismo, mostró especial preocupación por el aumento de la violencia en Cisjordania, incluido Jerusalén Este, donde desde «a principios de 2023, 33 niños -27 palestinos y 6 israelíes- habían sido asesinados», cifras que «son casi tan altas como las de todo el año 2022, que ya fue considerado el año más mortífero para los niños en Cisjordania desde 2004».
«Las violaciones graves contra los niños, incluidos los asesinatos y las mutilaciones, son inaceptables», remarcó Khodr, quien instó «a todas las partes a que proporcionen a los niños la protección especial a la que tienen derecho, protejan su derecho a la vida y se abstengan de utilizar la violencia, especialmente contra los niños, sin importar quiénes sean o dónde se encuentren».
Así, desde Unicef insistieron en que «poner fin a la violencia recurrente es la mejor manera de garantizar que los niños puedan crecer en paz y seguridad».
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