Unas 230 ballenas quedaron varadas en isla australiana de Tasmania
EFE
Unas 230 ballenas quedaron varadas en una remota playa de la bahía de Macquarie, en el oeste de la isla australiana de Tasmania, de las cuales se cree que han muerto la mitad de ellas, informaron este miércoles las autoridades.
Este masivo varamiento se produce exactamente dos años después de que unas 470 ballenas piloto, también conocidas como calderones, se quedaran varadas en este mismo lugar, de las cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevadas a altamar.
#BREAKING: Approximately 230 pilot whales are stranded near Macquarie Harbour on Tasmania’s west coast, officals say. Half appear to be still alive. Rescuers are on the way. 📸: Department of Natural Resources and Environment Tasmania pic.twitter.com/wRIbrGxgQK
— Dan Smith (@0DanSmith) September 21, 2022
Un equipo del departamento de Recursos Naturales y Ambiente de Tasmania (sur del país) viaja a la zona para proceder a los trabajos de rescate de los ejemplares varados en una superficie arenosa de la playa Ocean, en el que colaborará junto a otras autoridades.
En imágenes facilitadas por el departamento se aprecia una larga fila de las ballenas -que las autoridades creen que son ballenas piloto- atrapadas sobre la superficie a lo largo de decenas de metros de playa, apuntaron en un comunicado enviado a Efe.
Exactly 2 years after a mass stranding of 470 Pilot Whales in Macquarie Harbour, it’s happening again.
230 Pilot Whales have stranded on Ocean Beach, near the harbour entrance, and half are already dead. pic.twitter.com/kZZRJDmalo— Always Amity ~ Komodo Enjoyer (@delphindae) September 21, 2022
«La respuesta a los varamientos en esta zona es compleja», precisa el comunicado en referencia al difícil acceso a esta zona salvaje de la isla.
El incidente en la bahía de Macquarie se produce un día después de la muerte de 14 cachalotes tras quedar varados en una playa de la sureña isla King, también en la región de Tasmania.
Estos y otros mamíferos marinos quedan varados con frecuencia en las costas del sur de Australia y de Nueva Zelanda, sin que los expertos hayan logrado esclarecer los motivos, aunque los suelen atribuir a enfermedades, errores de navegación, cambios repentinos en las mareas, la persecución de depredadores o a condiciones meteorológicas extremas.