Una poesía a la vida da inicio a los desfiles de las escuelas de samba de Río
EFE
Con una oda a la vida, a su origen, a su belleza, a sus dolores y a sus misterios, comenzaron este domingo los famosos desfiles de las escuelas de samba del Grupo Especial de Río de Janeiro, la principal atracción del carnaval carioca y el considerado mayor espectáculo del mundo al aire libre.
La fuerte lluvia que castigó esta noche la ciudad más emblemática de Brasil y dueña de uno de los carnavales más famosos del mundo, aunque cesó totalmente poco antes de que comenzaran los desfiles, obligó a los organizadores a atrasar el espectáculo casi una hora debido a las dificultades del público y de los propios bailarines para llegar al sambódromo.
Imperio Serrano, la primera de las siete escuelas programadas para desfilar entre la noche de este domingo y la madrugada del lunes -otras siete lo harán en la noche del lunes- abrió las presentaciones a las 22.00 hora local (1.00 GMT) con una escenificación sobre la vida.
Usando como fondo musical «O que é, o que é?» (¿Qué es, qué es?), una de las canciones más emblemáticas de la llamada Música Popular Brasileña (MPB), la escuela del barrio de Madureira exhibió en el sambódromo todo un cuestionamiento sobre la vida, para concluir que lo mejor es dejar de intentar descifrarla para poder disfrutarla.
«Nadie quiere la muerte. Tan sólo salud y suerte. Y la pregunta (¿qué es la vida?) permanece en la cabeza y yo me quedo con la pureza de las respuesta de los niños: es la vida, y es bonita, y es bonita», entonaron los 72.500 espectadores del sambódromo así que la escuela puso sus pies en la avenida Marqués de Sapucaí.
La popularidad de la canción lanzada en 1982 por el popular compositor Gonzaguinha permitió que el público cantase simultáneamente con los 4.000 integrantes de Imperio Serrano la canción que inspiró toda su escenificación.
«Todo lo preparamos para interactuar con el público. Estamos seguros de que conseguiremos una gran empatía con el público», dijo a Efe el director de la «batería» (orquesta) de Imperio Serrano, Gilmar Cunha, poco antes de comenzar el desfile.
Pero la escuela, que es conocida como una importante cuna de compositores de samba, recibió críticas por haber optado por una canción existente hace 40 años en lugar de, como todas las competidores, crear un samba nuevo para montar su desfile en el carnaval de este año.
La dirección de la escuela espera que su capacidad para poner a todo el público a cantar cuente más para los jurados que la falta de originalidad de su samba este año y le ayuda a conquistar su décimo título como la mejor escuela del carnaval de Río.
Imperio Serrano fue una de las escuelas que ascendió el año pasado al Grupo Especial, una especie de primera división entre estos grupos, tras permanecer ocho años en el Grupo de Acceso y espera, de no ser posible el título, al menos no tener que regresar a la segunda división.
En un intento de luchar por el título, construyó seis enormes y lujosas carrozas alegóricas, entre las cuales una dedicada a las pulsaciones del corazón y otra a la creación del hombre, en la que reprodujo la escena más famosa del cuadro «La creación de Adán» de Miguel Ángel, con Dios extendiendo su dedo hacia el hombre.
«Ah, Dios mío. Yo sé que la vida tenía que ser mucho mejor y lo será, pero eso no me impide repetir que es bonita, es bonita y es bonita», cantaban los integrantes de la escuela, en sus esplendorosos disfraces, mostrando la vida como «un tesoro», «un viaje», «un regalo» y «un misterio».
Tras Imperio Serrano deben pasar por el sambódromo esta noche las escuelas Unidos de Viradouro, con una presentación sobre la imaginación y las historias fantásticas; Académicos de Grande Río, con una historia sobre educación y convivencia; y Salgueiro, con un desfile dedicado al orixá (divinidad africana) Xangó.
Las últimas tres, ya en la madrugada, serán Beija Flor, con un repaso de sus diferentes desfiles; Imperatriz Leopoldinense, con una crítica al dinero y la ambición; y Unidos da Tijuca, con un desfile sobre el pan en el que pasará un mensaje de solidaridad.
Cada una de las escuelas tiene entre 65 y 75 minutos para atravesar los 700 metros de la pista del sambódromo mientras los jurados califican criterios como creatividad, armonía, disfraces o composición.
Las calificaciones de los jurados son leídas el miércoles de ceniza, cuando concluye el carnaval y se conoce la nueva escuela campeona de Río de Janeiro.