Una pastilla de insulina podría retrasar la diabetes tipo 1 en algunas personas
Agencias
Con frecuencia se dice que todo depende del momento oportuno. Una nueva investigación sugiere que esto podría ser cierto cuando se da una pastilla de insulina para intentar evitar o retrasar la diabetes tipo 1.
Los investigadores evaluaron el efecto de las pastillas de insulina en 560 niños y adultos cuyos familiares tenían diabetes tipo 1. En la mayoría, el medicamento no tuvo ningún efecto en si desarrollaron o no diabetes tipo 1, o con qué rapidez la desarrollaron.
Pero para los que tenían el riesgo más alto de desarrollar diabetes tipo 1 más bien temprano que tarde, la terapia con la pastilla de insulina retrasó el momento en que se desarrolló la enfermedad propiamente dicha en aproximadamente 2 años y medio, indicaron los investigadores.
«Se trata del estudio de mayor tamaño que se ha realizado en el que se usa insulina por vía oral», dijo la autora principal del estudio, la Dra. Carla Greenbaum. Los participantes también tenían anticuerpos conocidos que indicaban un riesgo muy alto de desarrollar diabetes tipo 1 a lo largo de su vida, dijo Greenbaum, directora de Diabetes TrialNet.
Jessica Dunne, directora de investigación de la JDRF (antes conocida como la Juvenile Diabetes Research Foundation), calificó los resultados de «un gran éxito».
«Finalmente, por primera vez, hemos podido mostrar un retraso en la progresión de la diabetes tipo 1», dijo Dunne. Pero los hallazgos necesitan replicarse en estudios adicionales, añadió.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune. Es mucho menos habitual que la diabetes tipo 2, que está asociada con un exceso de peso y un estilo de vida sedentario.
La insulina es una hormona que se produce de forma natural. Es necesaria para acompañar al azúcar de los alimentos a las células del cuerpo para usarse como energía. Las personas con diabetes tipo 2 tienen poca insulina o no tienen, porque su sistema inmunitario ataca por error a las células beta que producen insulina en el páncreas, y destruye muchas de ellas.
En la diabetes tipo 1, hay que inyectar insulina con inyecciones o con un tubo pequeño con una bomba de insulina.
Tomar insulina por la boca es distinto de la insulina inyectable y no se puede usar para reemplazar la insulina perdida, porque no tiene un efecto en los niveles de azúcar en la sangre, dijo Greenbaum.
El sistema digestivo descompone las pastillas de insulina. La teoría es que el sistema inmunitario podría considerar a los péptidos como inofensivos. Esto podría reducir el ataque autoinmune, al menos durante un tiempo, esperaban los investigadores.
Los participantes del estudio procedían de Canadá, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Italia, Suecia, Finlandia y Alemania. La mayoría eran blancos. El 60 por ciento eran varones. La edad promedio era de unos 8 años de edad.
El grupo se dividió en 4 grupos basándose en su riesgo de diabetes. Luego se les asignó al azar a un grupo de tratamiento activo a los que se dio 7.5 miligramos de insulina en forma de pastilla al día o a un grupo con un placebo. La mitad recibieron seguimiento durante más de 2.7 años y la otra mitad menos tiempo.
En un pequeño subgrupo de participantes del estudio, los investigadores vieron que las pastillas de insulina marcaron una diferencia. En las personas que ya habían mostrado una secreción (producción) temprana baja de insulina en respuesta a la comida, la terapia con la pastilla de insulina retrasó el inicio de la diabetes tipo 1 en 31 meses en comparación con un grupo similar que tomó el placebo, dijo Greenbaum.
Dunne dijo que las personas que experimentaron el retraso en la progresión de la diabetes tipo 1 propiamente dicha fueron las personas «con el riesgo más alto de progresar a la diabetes tipo 1, y que quizá ya tenían esta afección. Fueron las personas que estaban más cercanas a la dependencia a la insulina».
Greenbaum y su equipo sospechan que estas personas tuvieron una respuesta porque el ataque autoinmune podría haber estado particularmente activo en ese momento. No obstante, añadió, se trata solo de una teoría.
Dunne dijo que este estudio también se suma a las evidencias que muestran que la diabetes tipo 1 no es una enfermedad única que se comporta del mismo modo en todo el mundo.
Greenbaum comentó que ella y su equipo ya están haciendo pruebas con una pastilla de insulina con una dosis más alta en un nuevo ensayo para ver si eso ayuda a retrasar la enfermedad más aún. También esperan evaluar una combinación de pastillas de insulina con medicamentos que actúan en el sistema inmunitario.
«Tenemos la intención de encontrar al paciente correcto en el momento correcto», aseguró.
Dunne y Greenbaum sugirieron que la capacidad de retrasar el inicio de la enfermedad podría ayudar a prevenir las complicaciones más adelante.