Un violador dice ser transgénero para ir a una cárcel de mujeres y abusa de cuatro de ellas
Agencias
Karen White, de 52 años, trabajaba como artista drag en el rastro de Manchester. Su nombre original es Stephen Wood, aunque también ha utilizado el de David Thompson en algún momento de su vida. En 2016 fue condenado a pena de prisión acusado de dos violaciones y varios delitos sexuales con violencia cometidos en 2003 y ese mismo año.
Durante el juicio, Wood alegó sentirse mujer con la intención de ser trasladado a una cárcel femenina. Según informa la BBC , el delincuente, que ya había estado año y medio en prisión por un delito de pedofilia en 2001, fue internado en un módulo para mujeres a pesar de no haberse sometido a un cambio de sexo.
Las autoridades inglesas aceptaron sus alegaciones y lo enviaron a la cárcel de New Hall, al norte de Inglaterra, para cumplir con su condena. El traslado tuvo lugar siguiendo las directrices gubernamentales y de las ONG de defensa de los derechos humanos que recomiendan que el sitio de internamiento de los presos coincida con con el género que expresan y no con el fijado al nacer.
A los pocos días de ser internado en el nuevo centro, bajo el nombre de Karen White, llevó a cabo cuatro nuevos abusos sexuales. En concreto, el Daily Mailinforma que Wood mostró sus genitales a una reclusa, agarró la mano de otra y la llevó hasta sus pechos mientras hacía comentarios inapropiados sobre el sexo oral, se «restregó» indecentemente contra una tercera presa y dio un beso en el cuello a una cuarta sin su consentimiento.
Wood ha admitido haber participado en dos de los abusos, negando los otros con el alegato de que padece disfunción eréctil y no se siente atraído por las mujeres. Las autoridades británicas lo trasladaron a una prisión para hombres en Leeds tras lo ocurrido. Además, en la actualidad Wood también se encuentra inmerso en una investigación tras ser acusado de apuñalar a uno de sus vecinos.
«Pedimos disculpas sinceramente por los errores que se cometieron en este caso», dijo un portavoz del Servicio Penitenciario. «Mientras trabajamos para gestionar a todos los presos, incluidos los transgénero, con sensibilidad y de conformidad con la ley, tenemos claro que la seguridad de todos los internos debe ser nuestra prioridad absoluta».
Hay unos 125 presos transgénero en cárceles británicas, de los cuales 60 están condenados por delitos sexuales, y cerca de 25 están en prisiones para mujeres. En el mundo, el encarcelamiento segregado por sexo es uno de los muchos frentes de la guerra en curso sobre el reconocimiento pleno de la «identidad de género». En Estados Unidos, la administración Trump cambió el proceso en mayo para tratar a los presos con un género diferente al de su sexo al nacer fueran asignados a las prisiones femeninas o masculinas en función del último criterio, mientras se examinaba caso por caso.