Un tercio de los reclusos europeos tiene problemas de salud mental
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El 32,8 % de los reclusos de las prisiones de Europa sufría algún problema de salud mental en 2020, año en el que las principales causas de muerte en las cárceles fueron el suicidio, la covid-19 y las sobredosis.
Son algunas de las principales conclusiones del informe sobre la salud en las prisiones en la región europea, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con datos de 36 países y que se presenta este miércoles en Lisboa.
El problema a nivel de salud más predominante fueron los desórdenes mentales, que afectaban al 32,8 % de la población, aunque esta cifra «probablemente» está infraestimada por las deficiencias para registrar enfermedades no transmisibles.
La principal causa de muerte fue el suicidio y el documento recoge que en 2020 se reportaron 626.
La tasa de suicidios por cada 100.000 reclusos en el conjunto de los países fue de 103, muy superior al indicador de la población general (39,5 casos).
La OMS recomienda más inversión en cuidados de salud mental en las prisiones, con más recursos y personal, dado que las ratios de psiquiatras disponibles en las cárceles eran similares a las de la población general a pesar de los «altos niveles de consumo de drogas y desórdenes mentales».
El 8 % de los internos tenía algún tipo de adicción con las drogas y hubo 92 muertes por sobredosis.
COVID-19
El coronavirus fue la segunda causa de muerte en las prisiones, con 163 fallecidos y una tasa de 31,2 por cada 100.000 presidiarios, por debajo de la población general (126,8).
La OMS consideró que la respuesta a la covid-19 en las cárceles europeas fue «generalmente buena», con vacunación universal y aislamiento de casos en casi todas las cárceles.
Casi el 80 % de los países tenía planes de contingencia para esta infección y el 94 % daba acceso a los reclusos a test.
Por el contrario, el aspecto «más débil» fue que «casi el 80 % de los Estados miembros no hicieron test a los reclusos antes de salir de prisión».
La covid-19 también subrayó los problemas de sobrepoblación en las cárceles, que afecta a uno de cada cinco países.
ENFERMEDADES Y CUIDADOS MÉDICOS
Entre las enfermedades padecidas por los presidiarios se detectaron hipertensión (10,9 %), problemas cardiovasculares (6,1 %) y diabetes (3 %).
En cuanto a los cuidados médicos, destacó la atención para los problemas cardiovasculares, mientras que fue «mejorable» para la diabetes, la odontología y la oftalmología.
La OMS alertó de que el 16,7 % de los países no ofrecía vacuna contra la hepatitis B o contra la difteria, la tos ferina y el tétanos, que están «recomendadas para todas las personas en prisión».
El organismo también recomendó «mayor inversión» en la continuidad de los cuidados, ya que sólo la mitad de los países garantizaban el acceso a los servicios de salud comunitarios a los que salen de prisión.
A 31 de diciembre de 2020, había 613.497 personas en la cárcel en los 36 países, una caída del 6,6 % respecto a un año antes, «principalmente debido a las medidas por la covid-19».
El informe será presentado este miércoles en Lisboa en un acto en el que intervendrán el director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, y los ministros portugueses de Justicia, Catarina Sarmento e Castro; Ciencia, Elvira Fortunato; y Sanidad, Manuel Pizarro, entre otros. EFE
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