Un té caliente de limón y bicarbonato no elimina el coronavirus - 800Noticias
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EFE

Un té de limón con bicarbonato no elimina el coronavirus, como asegura un mensaje viralizado a través de Whatsapp y redes sociales que atribuye el origen de este «mejunje casi divino» a Israel y asegura que, por ello, el COVID-19 no preocupa en este país, una afirmación igualmente falsa.

El mensaje afirma que la información sobre esta «receta» procede de Israel, donde «este virus no causó ninguna preocupación», y consiste en mezclar limón con bicarbonato «y tomar como té caliente todas las tardes», algo que «mata de manera inmediata el virus» y «lo elimina completamente del cuerpo».

Semejante afirmación viene sostenida por el siguiente argumento: “Estos dos componentes alcalinizan el sistema inmunológico, ya que, cuando cae la noche, el sistema se acidifica y bajan las defensas”.

DATOS: La mezcla de limón y bicarbonato en agua caliente no sirve para combatir el coronavirus ni alcaliniza el organismo. Tampoco es cierto que el COVID-19 no preocupe en Israel, país en el que hay ya más de 6.000 infectados, entre ellos el ministro de Sanidad.

No se ha demostrado que ningún alimento o bebida proteja contra el coronavirus. El doctor Jaime Barrio, del Consejo Científico del Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), recuerda que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos oficiales se han pronunciado en este sentido.

Del mismo modo, las autoridades sanitarias españolas precisan que «no hay que tomar precauciones especiales» con los alimentos «para evitar esta infección». Así figura en un documento del Ministerio de Sanidad con «preguntas y respuestas» sobre el COVID-19 redactado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

En cuanto a la supuesta «alcalinización del sistema inmunológico» por consumir una mezcla de limón y bicarbonato, los expertos en nutrición ya han explicado que no existe esa relación beneficiosa causa-efecto entre alimentación y refuerzo de las defensas inmunológicas.

«En personas sanas, la dieta no afecta de forma significativa al pH de la sangre, aunque pueda modificar el de la orina», precisa el experto en Nutrición Joe Leech en el portal de salud «Healthline».

Por último, la afirmación de que el virus no ha causado «ninguna preocupación» en Israel es incompatible con la realidad de un país donde, según datos de este jueves, el COVID-19 se ha cobrado ya 32 vidas y ha contagiado a más de 6.200 personas, entre ellas el ministro de Sanidad, el ultraortodoxo Yaakov Litzman.

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