Un socialista catalán en Venezuela: Esto no es socialismo, es una vergüenza
Redacción 800 Noticias
Manuel Martínez, exconcejal del pueblo Villadecavalls en Barcelona, España, pasó las navidades en Venezuela con su esposa y su hija en lo que fue su sexta visita a la nación sudamericana, en la cual relató la situación que atraviesa el país, la pobreza que vio y lo distante que es respecto al socialismo que le enseñaron desde pequeño.
“El socialismo ha sido parte de mi educación desde que era pequeño (…) Milité en las juventudes del partido (socialista) y me convertí en primer secretario del grupo local de mi pueblo, Viladecavalls (Barcelona). Fui edil durante un mandato y ocho años miembro de la ejecutiva local. De hecho sigo siendo militante. Pero lo de aquí no tiene nada que ver con el socialismo que a mí me enseñaron. Esto no es socialismo; es una vergüenza”, aseguró Martínez.
El español comienza su relato expresando su preocupación por el peso de sus dos maletas, de más de 20 kilos cada una: “Se debe a la cantidad de encargos que nos ha hecho la familia de mi mujer. La escasez en Venezuela es terrible. El problema de desabastecimiento es tan grande que nos piden artículos de primera necesidad. Harina, azúcar, café, arroz, aceite, pan. Nos piden algo tan esencial como el pan”, relata Martínez.
Martínez cuenta el vuelo llegó tarde al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, por lo que ningún chofer estaba dispuesto a llevarle a él y a su familia hasta Caracas porque, le dijeron, es demasiado peligroso.
Al arribar a la casa de sus suegros en La Urbina, Martínez narra que se disponían a ir a un Plan Suarez y, a las 7:00 am, ya había unas 200 personas en cola, por lo que prefirieron ir a un pequeño supermercado del barrio, donde tuvieron que esperar su turno después de 50 personas.
El ex concejal de Villadecavalls relata que le puso la piel de gallina la emoción que pusieron los familiares de su esposa al ver lo que traían en la maleta. “Aunque sólo sea harina, aceite y azúcar, son productos inaccesibles para ellos. Y eso que son clase media y viven en un condominio”, narra Martínez.
“Nuestra comida de Navidad se convierte en un largo lamento. Aquí no hay nada que celebrar. Sólo se escuchan cuatro petardos a lo lejos. O igual son disparos, que aquí son habituales. Como no sé diferenciarlos, prefiero pensar que son petardos y que hay alguien con algo que celebrar, pero lo dudo”, relata el español sobre su experiencia de cena navideña en Venezuela.
El español aseguró que durante su estadía con sus suegros casi no salió del condominio debido a la inseguridad. “Lo más lejos que voy es al parking, que está rodeado de vallas electrificadas. Allí bajo a fumar y coincido con un vecino que baja en ropa de deporte. Ha ido a correr, pero tampoco sale del parking. Vivimos presos en nuestra propia cárcel de vallas electrificadas. Se me rompe el alma”.
El socialista critica a sus compatriotas que defienden al chavismo sin haber experimentado la realidad venezolana: “A mí Venezuela me tiene robado el corazón, pero este gobierno se está cargando el país. Es una vergüenza su gestión, como lo es que haya gente en España que defienda a Chávez o a Maduro, sin haber pasado ni cinco minutos aquí. No han sufrido el hambre, las colas, los asaltos, la violencia o la falta de agua”.
Martínez culmina su relato asegurando que, si bien es socialista, no puede decir que en Venezuela haya socialismo. “Yo soy socialista, pero esto no es socialismo. Esto es una dictadura encubierta, con presos políticos, justicia manipulada y violencia permitida. Si quieres sobrevivir necesitas seguro privado. La educación y el transporte público son un desastre. Pero luego ves a gente como Monedero, Vestrynge, Iglesias o Garzón que la defiende. Eso les convierte en cómplices de lo que está pasando.
Para leer la información completa de El Español, haga click aquí.