Un policía y un guardabosques arrestados en Zimbabue por tráfico de marfil
EFE
Un guardabosques del Parque Nacional Hwange de Zimbabue y un policía fueron arrestados cuando trataban de vender unos 28 kilos de marfil por un precio muy inferior a su valor real, que ascendía a más de 4.800 dólares (casi 4.400 euros), informó hoy el diario estatal «The Herald».
El policía -miembro de una unidad de apoyo paramilitar de la policía zimbabuense, conocida popularmente como «Botas negras»- y el guardabosques fueron detenidos junto a un tercer cómplice el pasado lunes cuando trataban de vender el marfil a agentes encubiertos en la capital del país, Harare.
Los tres hombres, que comparecieron este miércoles ante del Tribunal de Primera Instancia de Harare, están acusados de posesión ilegal de marfil, un cargo que conlleva una sentencia obligatoria a nueve años de prisión en caso de ser declarados culpables.
Cuando fueron descubiertos, el grupo estaba tratando de vender el alijo de marfil por unos 1.400 dólares (cerca de 1.300 euros).
La detención resulta de especial gravedad para las autoridades al tratarse de dos agentes del orden involucrados en el tráfico ilegal de marfil.
El Parque Nacional Hwange (oeste), uno de los más importantes del país y el hogar de la mayoría de los más de 100.000 elefantes que habitan en Zimbabue, ha sido diana en varias ocasiones de envenenamientos masivos con cianuro de estos mamíferos a manos de cazadores furtivos.
Según los expertos, los furtivos suelen mezclar el cianuro con sal y lo colocan cerca de pozos de agua o senderos de elefantes para atraer a estos animales y matarlos.
Los medios locales no especificaron si el marfil provenía de este parque o de otro punto del país.
Zimbabue posee la segunda mayor población de elefantes en África, solo por detrás de la vecina Botsuana y, aunque atribuye este éxito a sus políticas de gestión de la fauna salvaje, el país quiere reducir el número de estos paquidermos que viven en sus sabanas por los crecientes conflictos con los humanos.
Según la Autoridad para los Parques Nacionales y la Vida Salvaje del país (Zimparks), el número de elefantes es tan alto que están dañando sus hábitats y los conflictos entre estos animales y los agricultores locales son cada vez más comunes.
De acuerdo a los últimos datos facilitados el mes pasado por Zimparks, 68 zimbabuenses fallecieron el año pasado a manos de animales salvajes, incluyendo 24 matados por elefantes. EFE