Un papá es insustituible, María García de Fleury
Por María García de Fleury
¡Hoy es el día del padre y hay que celebrarlo!
La palabra padre implica madre. El término padre junto con el de madre presupone esposo y esposa e implica hijos, implica familia. Las palabras papá y mamá son tan básicas que son las primeras palabras que un niño dice, son tan fundacionales que esas palabras son las primeras palabras que el creador dejó grabadas en la biblia.
Sin el gen masculino no es posible la creación de la vida humana y aunque un niño puede crecer sin la presencia de un padre está comprobado científicamente que es indispensable su acompañamiento durante su crecimiento y desarrollo ya que hay aprendizajes que sólo los papás pueden ofrecer a sus pequeños. De ahí viene la gran importancia del padre en la crianza y educación de los hijos.
Una construcción fuerte y segura está compuesta por varios pilares que sostienen su estructura. Asimismo, los niños necesitan a papá y a mamá como pilares fundamentales para poder crecer felices y equilibrados. El papel de un papá es el de ser guía y control para los hijos dentro de una relación basada en el respeto. Todo padre está llamado a ser un modelo digno de imitar.
El papá es el primer referente masculino que tienen los hijos. Cuando esta identificación es adecuada, los hijos tienen mayores posibilidades de estructurar plenamente su identidad y aprender cómo reaccionar, qué esperar y cómo tratar a las personas con las que se relacionan a lo largo de la vida.
Madre y padre marcan la vida de sus hijos, convirtiéndose en las referencias que los sustentan en las diferentes facetas de su crecimiento y personalidad, dándoles seguridad en sí mismos, una adecuada autoestima, estabilidad afectiva y emocional.
Papá y mamá juntos conforman para los hijos la primera escuela de amor, el primer lugar donde ellos aprenden y experimentan la importancia de querer y sentirse queridos.
Todo niño tiene derecho a tener un papá y una mamá, y es el deber de nosotros los adultos proveérselo.
La paternidad se construye día y día, no hay manual de cómo ser un papá, solo el amor al hijo o a la hija va identificando y va dictando cómo actuar. La interacción del hijo o la hija con el papá ayudará a que el niño desarrolle una personalidad y una confianza en sí mismo necesaria para adaptarse más adelante al mundo exterior. No se puede ser padre si no se está allí para los niños ofreciéndoles toda la atención, el cariño y los cuidados que ellos necesitan y esperan. Con el papá, los niños tendrán más opciones de apoyo y con ello aumentará su sensación de seguridad.
Psicológicamente, los hijos necesitan de los papás para sentirse tranquilos y felices. Eso está en nuestro inconsciente incluso antes de nacer. Para los niños es importante saber que, si mamá no sabe o no puede, quizás papá sí y viceversa. Con el papá y la mamá los niños aprenden a desarrollar otros puntos de vista, respetar las diferencias de opiniones. Los padres tienen la tendencia a ver la vida de forma más racional y menos emocional. Que los niños dispongan del acompañamiento de papá los ayudará a tener una perspectiva más amplia sobre la vida y su opinión sobre el mundo. Los papás son irremplazables. Celebrar el Día del Padre es promover y defender los valores de la familia.
Por eso, pidámosle al Padre del Cielo su ayuda en esta empresa. Porque Él es Dios y con Dios siempre ganamos.
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