Un navío chino entra en aguas japonesas y motiva protestas en Tokio
EFE
Un navío chino penetró este sábado en aguas territoriales de Japón, según informó el ministerio nipón de Defensa, en un nuevo incidente después de que un avión de inteligencia del ejército chino violara brevemente el espacio aéreo nacional japonés el pasado lunes.
El barco, que aparentemente realizaba tareas de investigación de la topografía submarina, fue avistado entrando en aguas niponas cerca de la isla de Yakushima, al sudoeste del país, sobre las 6:00 hora local del sábado (21:00 GMT del viernes), y las abandonó unas dos horas después.
La división marítima de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) de Japón desplegó dos navíos para monitorizar los movimientos del barco chino.
El Gobierno nipón trasladó su protesta a China por vías diplomáticas y su «fuerte preocupación» por las frecuentes incursiones en sus aguas de barcos chinos, muchas de las cuales tienen lugar cerca de las islas Senkaku, administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín, que las denomina Diaoyu.
El pasado lunes, Tokio también protestó a Pekín por la incursión en su espacio aéreo de un avión chino Y9 en torno a la costa de las islas Danjo, un pequeño archipiélago deshabitado frente a la prefectura de Nagasaki (suroeste del país), la primera vulneración de este tipo en el archipiélago por parte de una aeronave del país vecino.
El aparato permaneció en el espacio aéreo nipón durante dos minutos, entre las 11.29 y las 11.31 hora local (2.29-2.31 GMT), antes de abandonarlo, según explicó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
En respuesta a la intrusión, las Fuerzas Aéreas de Auto Defensa japonesas respondieron con maniobras de despegue rápido (scramble) «y emitiendo notificaciones y advertencias», según el texto.
En la última década las intrusiones chinas en Zonas de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) niponas se han multiplicado al compás de la mayor asertividad militar china en la región.
Sin embargo, la del lunes fue la primera intrusión en el espacio aéreo japonés, que a diferencia de la ADIZ -cuyos límites no están fijados en ningún tratado-, comienza a 12 millas náuticas de la costa.
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