Un estudio muestra la dificultad de encontrar evidencias de vida en Marte
EFE
La exposición a fluidos ácidos en la superficie de Marte «complica enormemente» la preservación de compuestos orgánicos en las arcillas de ese planeta, según un estudio liderado por científicos españoles que publica Science Reports.
Los minerales arcillosos descubiertos en el cráter Gale de Marte por el rover Curiosity de la NASA son muy interesantes, ya que pueden preservar compuestos orgánicos durante largos periodos de tiempo.
Sin embargo, un equipo liderado por el Centro de Astrobiología (CAB, INTA-CSIC) ha evaluado si esta capacidad puede verse influenciada por una breve exposición a fluidos, tanto ácidos como alcalinos, lo que podría servir para dirigir con más precisión futuros esfuerzos en la búsqueda de vida en Marte.
Si alguna vez hubo vida en Marte, que habría sido de tipo unicelular, probablemente tuvo las mejores posibilidades de prosperar durante sus primeros 1.500 millones de años de historia, cuando tuvo grandes cantidades de agua en la superficie.
«Encontrar las huellas de esta posible vida marciana primordial no es tarea sencilla», indica el CAB, pues la superficie y subsuperficie de Marte no son los lugares ideales para la preservación de compuestos orgánicos que puedan retener información sobre posibles formas vivas pretéritas.
La radiación es intensa, la sequedad absoluta y además contiene cantidades importantes de compuestos oxidantes. No obstante, el rover Curiosity ha conseguido identificar algunos compuestos orgánicos en arcillas analizadas en el cráter Gale, que albergó un pequeño lago durante algunos millones de años.
Pero el equipo ha identificado un nuevo condicionante para la preservación de compuestos orgánicos en Marte que había pasado inadvertido hasta ahora: la exposición a ácidos.
Una vez que Marte perdió sus mares, lagos y ríos, hubo pequeñas cantidades de agua que continuaron filtrándose entre las rocas, en episodios puntuales separados por millones de años de sequedad absoluta, según Alberto G. Fairén, investigador del CAB y director del estudio.
La naturaleza química de esos fluidos que circularon entre las rocas ha determinado en gran medida que se hayan podido preservar compuestos orgánicos en Marte hasta hoy.
El estudio describe cómo la exposición a fluidos ácidos «complica enormemente la preservación de orgánicos en las arcillas», según Fairén. Este tipo de estudios servirá, sin duda, para ayudar a los científicos en el diseño de futuras estrategias en la búsqueda de vida en Marte, agrega el CAB.
Además, la autora principal del estudio Carolina Gil-Lozano, investigadora del CAB, considera que los resultados de este trabajo «corroboran una vez más la importancia de realizar experimentos análogos en cámaras de simulación planetaria para dar soporte a la búsqueda de signos de vida en Marte».