Un derbi en Copa del Rey por todo o nada
EFE | Foto referencial
Con el atractivo de una eliminatoria a partido único, el peligro de despedirse de dos competiciones en enero para el Real Madrid o perder la posibilidad de pelear por título alguno en la temporada del Atlético de Madrid, se presenta el gran derbi madrileño en el regreso del fútbol al estadio Santiago Bernabéu tras 77 días de focos apagados.
Se volverán a encender en un estadio que avanza en su obra mastodóntica para uno de esos partidos distintivos del año. Un derbi siempre especial que adquiere mayor trascendencia al dejar un vencedor y un derrotado en una Copa del Rey del que ninguno quiere despedirse.
Nunca considerado como título de importancia en la casa blanca pero por el que quieren luchar en el presente, como demostraron remontando dos tantos en La Cerámica cuando se les daba por muertos. De mayor trascendencia para un Atlético de Madrid que se despidió mucho antes de lo esperado de la pelea por la Liga y la Champions League. Todo a una carta en casa del gran enemigo.
Los síntomas han cambiado en un Real Madrid que se encaminaba a una crisis. El golpe del clásico de la Supercopa de España se sumó al liguero del Villarreal y a las malas sensaciones físicas que transmitía un equipo en su momento más bajo del curso. Cuando se vio ante las cuerdas, sacó ese gen competitivo tan especial. La remontada en La Cerámica en octavos de final, con 2-0 en contra al descanso, fue la reacción que esperaba Carlo Ancelotti tras dar un golpe de entrenador.
Tomó decisiones Carletto de las que renuevan confianzas y alejan cualquier tipo de duda que pudiese asomar para el que lo ganó todo en el camino. La apuesta de Camavinga como mediocentro, el aumento de la competitividad defensiva con Nacho, el paso a la frescura y hambre de Dani Ceballos o Marco Asensio. Elecciones que mandaron al banquillo a leyendas que no es fácil sentar como Toni Kroos y Luka Modric.
Nadie duda de la titularidad de ambos en el derbi, por mucho que Ancelotti hable de «transición en la plantilla». Debe ser dulce, con el ambiente que instalaron la pasada temporada en el vestuario como valor trascendental para el éxito.
Desde la unión de una plantilla que mezcla a los supervivientes de una época dorada (cuatro Ligas de Campeones en cinco años), con jóvenes valores en continuo crecimiento. Como Camavinga, cuya demostración de mediocentro de San Mamés, hace que no se fuerce el regreso de Aurélien Tchouaméni, recién recuperado de su lesión muscular.
Las lesiones de Dani Carvajal y Lucas Vázquez darán continuidad en el lateral derecho al defensa «pesimista», como lo define su entrenador. Nacho con la continuidad que demandaba, alejado de su demarcación preferida donde la competencia es feroz. Listo para reaparecer David Alaba tras su problema de soleo y pugnando por una plaza con un irregular Rüdiger.
En duelos de grandeza acostumbra Ancelotti a reforzar su centro del campo con un cuarto integrante, al menos en labores defensivas, como Fede Valverde. Cerraría la puerta de la titularidad a Dani Ceballos tras dos buenas actuaciones y a Marco Asensio. Ya que en ataque es innegociable a presencia de dos jugadores que marcarán el rumbo de la temporada: Vinícius, de nuevo en el foco por su comportamiento con rivales, y Karim Benzema acercándose a su identidad tras marcar en cinco de los seis últimos partidos, dejando en el olvido las lesiones y el Mundial.
Reactivado desde la reanudación de la competición tras el Mundial de Qatar 2022, el Atlético de Madrid necesita la Copa del Rey. Desde 2013, cuando conquistó su último título del torneo frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, no ha sentido tanta atracción por ella, porque competía por la Liga -ahora ya está descartado- y la Liga de Campeones, de la que está eliminado en la primera fase. Descarrilado de esos objetivos, le queda la Copa.
La reacción del equipo de Diego Simeone es visible, con seis victorias en sus últimos ocho partidos oficiales, con la única derrota ante el Barcelona, al que hizo mérito al menos para igualarlo, y con el único empate contra el Almería, al que lo hubiera superado con una pegada más acorde a la apariencia de sus delanteros, que sí encontró ante el Valladolid.
El 3-0 del pasado sábado es un impulso para el Atlético, que aparece en el Santiago Bernabéu más aferrado a su pasado, a la Copa del Rey de 2013, a la clasificación en ese mismo torneo en 2015, a sus triunfos allí en la Liga en 2015, 2016 y 2017, que a su presente, porque no vence en territorio madridista en ninguna de sus siete citas más recientes, las cuatro últimas sin un solo gol a favor, con la excepción expresiva de Antoine Griezmann.
El autor de los tres últimos goles del equipo rojiblanco en ese estadio es también el factor más diferencial que posee el actual Atlético de Simeone, en principio sin Marcos Llorente, fuera de acción en el derbi por una lesión en los aductores, pero determinado en el avance a semifinales y en su apuesta, según las pruebas, por el 4-3-3 con tres atacantes que hoy por hoy despierta más convicción en el equipo: Ángel Correa, Álvaro Morata y Griezmann.
El Atlético necesita la pegada que demostró ante el Valladolid, también la inspiración del futbolista francés, secundados previsiblemente en el centro del campo por Rodrigo de Paul, que se perfila como el reemplazo de Llorente, Koke Resurrección y Thomas Lemar, con la alternativa que supone el músculo de Geoffrey Kondogbia. Es otra posibilidad.
De Paul es uno de los dos cambios que se prevén en el once. El otro será en la defensa, con la vuelta de Stefan Savic -sancionado en sus últimos dos encuentros de LaLiga Santander- o José María Giménez. Uno de los dos jugará al lado de Mario Hermoso. A la derecha estará Nahuel Molina; a la izquierda Reinido Mandava, con Sergio Reguilón apto, como otra opción.
A la suplencia apunta Memphis Depay, el último fichaje del Atlético, debutante el pasado sábado frente al Valladolid, con detalles que prometen mucho más en el futuro, en cuanto se adapte táctica y físicamente al esquema de Diego Simeone, que estará protegido en su portería en el Bernabéu por Jan Oblak. El guardameta esloveno sostuvo su marco a cero en dos de sus diez derbis en ese escenario.
Alineaciones probables:
Real Madrid: Courtois; Nacho, Militao, Alaba, Mendy; Camavinga, Kroos, Modric; Fede Valverde, Vinícius, Benzema.
Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Savic o Giménez, Hermoso, Reinildo; De Paul, Koke, Lemar o Kondogbia; Correa, Morata, Griezmann.
Árbitro: Soto Grado (Comité Riojano).
Estadio: Santiago Bernabéu.
Hora Venezuela: 4:00 pm.