Un delegado de Pekín, a cargo de la ley de seguridad en Hong Kong
EFE
Pekín nombró hoy al funcionario Zheng Yanxiong jefe de la nueva oficina que ha establecido en Hong Kong para «proteger la seguridad nacional», mientras que el director del órgano que representa a China en dicha ciudad, Luo Huning, asesorará al Comité que velará por el cumplimento de la nueva ley.
Junto a Zheng, anteriormente secretario general del comité del Partido Comunista de China (PCCh) en la provincia sudoriental de Cantón, el Consejo de Estado (Ejecutivo) nombró a Li Jiangzhou y Sun Qingye subdirectores de la nueva oficina, creada tras la reciente aprobación de la controvertida ley de seguridad para Hong Kong.
Según el rotativo South China Morning Post, Zheng ganó popularidad dentro del PCCh en 2011 al «mostrar firmeza» ante una serie de protestas en el pequeño pueblo cantonés de Wukan.
Por otra parte, Luo será el máximo asesor del Comité para la Protección de la Seguridad Nacional, que estará presidido por la jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam.
Este comité, junto a las llamadas «unidades dedicadas» de la Policía y del Departamento de Justicia locales, se encargará de hacer cumplir la nueva ley, sobre cuyos casos Pekín tendrá el «poder jurídico final».
La ley establece penas de hasta cadena perpetua para delitos de «secesión, subversión contra el poder estatal (cargo habitualmente usado contra disidentes y críticos), actividades terroristas y confabulación con fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional».
Al menos 370 personas fueron detenidas el pasado miércoles en una manifestación para protestar contra la ley, coincidiendo con el aniversario en que se conmemora la transferencia de Hong Kong a soberanía china.
En teoría, la ley busca desactivar la mayor crisis recientemente vivida en la excolonia británica tras la oleada de protestas del año pasado que, en numerosas ocasiones, acababan en graves incidentes violentos entre policía y manifestantes radicales.
Hasta ahora, su aprobación ha provocado críticas, el rechazo frontal de Estados Unidos o el Reino Unido, así como de organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, y generado dudas en la Unión Europea.
Abogados y activistas de la ciudad consideran que la nueva ley podría suponer el fin de las libertades de las que gozan los hongkoneses frente al resto de chinos; libertades que deberían mantenerse hasta 2047 si se respeta el compromiso adquirido con el Reino Unido en el tratado para la devolución de la antigua colonia británica, que Pekín ya no considera vigente.