Un «cortejo de víctimas» desfila en Guatemala en protesta contra el Gobierno
EFE
Un grupo de ciudadanos guatemaltecos confluyó este martes en la Plaza de la Constitución capitalina para denunciar, simulando un cortejo fúnebre de víctimas, las políticas gubernamentales diseñadas para paliar la expansión del coronavirus en Guatemala.
Diversos sectores de la sociedad civil y de agrupaciones como trabajadores de ferias patronales del país centroamericano coincidieron en la plaza central de Ciudad de Guatemala para reclamar al Gobierno la falta de apoyo social para atender la crisis económica y sanitaria que ha generado la pandemia de la COVID-19.
Los manifestantes vestían velos de viudas y cargaban consigo cruces blancas con algunos lemas, como «me cortaron los servicios básicos y nunca me llegó el bono».
Los trabajadores de las ferias solicitaron ayuda al Estado, pues la decisión presidencial de suspender cualquier actividad pública y reunión multitudinaria ha profundizado una crisis económica sin precedentes.
«Denunciamos que el presidente (Alejandro) Giammattei estigmatiza a la población retornada, cuando han sido las y los migrantes quienes sostienen al país con las remesas. ¡El maldito es usted, quien deja al pueblo a la deriva y nos culpa del contagio», esgrimió el grupo de activistas en un manifiesto difundido durante la protesta.
Las palabras de los manifestantes llegan después de que Giammattei describiera en días previos en una entrevista como «vuelo maldito» un avión procedente de Estados Unidos -y que aterrizó hace poco más de dos semanas- con al menos 40 deportados contagiados del COVID-19.
A LA ESPERA DE AYUDA
En la proclamación de este martes, los inconformes manifestaron que estaban protestando ya que «hemos muerto, no solo por el coronavirus, sino por el horror del hambre la pobreza, del olvido del Estado, la explotación del Cacif (el sector económico organizado) y de la corrupción de los políticos y militares de turno».
Además, advirtieron que los fondos aprobados por el Congreso para afrontar los efectos de la pandemia (2.025 millones de dólares) y los programas sociales del Gobierno no llegarán «a los más necesitados», ni «sirvieron para equipar hospitales y proteger al personal médico y paramédico».
El grupo concluyó que «fueron 550 afectados por el coronavirus, pero miles y millones por la injusticia histórica, el hambre, la corrupción, el enriquecimiento ilícito de empresarios y militares» y por ello, clamaron, «no fue el coronavirus, fue el Estado».
Según datos oficiales, Guatemala ha registrado 530 casos positivos de la COVID-19, de los cuales 15 han fallecido y 49 se han recuperado.
El 63,58 por ciento de los contagios corresponden a hombres y la mayoría de casos se concentra en los departamentos de Guatemala, Chimaltenago y Sacatepéquez, en el centro del país.
La crisis derivada de la pandemia ha profundizado la angustia de la mayoría de la población, en un país en el que más del 60 por ciento de los 16 millones de habitantes viven en condiciones de pobreza y uno de cada dos niños sufre de desnutrición, según datos de organismos internacionales.
En los últimos días, en Guatemala ha proliferado la aparición de banderas blancas, tanto afuera de las casas como en grupos de personas que las ondean con el afán de conseguir ayuda alimentaria y víveres por la agravación de la crisis económica.
Además de la blanca, en Guatemala se ha popularizado con la pandemia el uso de banderas de otras colores para pedir ayuda a la comunidad, como la roja que es para los adultos mayores que necesitan medicamentos o víveres; la negra para denunciar la violencia machista a una mujer; la amarilla en caso de niñez maltratada o la azul para hombres violentados.