Un argentino de 65 años se casa por videoconferencia con su novia colombiana
EFE
Abel Montesinos, un argentino de 65 años, contrajo matrimonio este viernes desde su país y a través de una videoconferencia con su novia colombiana de 52 años, Margarita Ceballos, a quien conoció por Internet y sobre la que confiesa que «fue un flechazo, un amor a primera vista».
Montesinos reconoció que no pudieron esperar a que Ceballos viajase a Argentina y por eso la boda tuvo dos «emplazamientos»: el juzgado de la ciudad de Cipolletti (provincia patagónica de Río Negro), donde estuvo el hombre, y la casa de Ceballos, en Cali, Colombia.
«La conocí por Internet, en una página no recomendable de solos y solas», dijo Montesinos a Efe sobre su historia con Ceballos.
Viudo desde 2010, contador público y padre de tres hijos, quienes lo «empujaron a salir de casa», Montesinos comenzó la búsqueda después de seis años de la muerte de su esposa.
«Me metí en una página en 2016 y lo primero que hicimos chateando fue contarnos quiénes éramos y en qué creíamos», recordó el ahora esposo.
Se animó a conocer a su esposa a través de Internet, algo que causó sorpresa en sus hijos y temor en él, «pero más miedo» le daba «buscar mujeres» por su zona y «fracasar», ya que siempre vivió en la ciudad de Cipolletti, donde «todos saben todo de todos».
Después de seis meses de intercambiar mensajes por chat, Montesinos viajó a Colombia para conocer a Ceballos personalmente.
El hombre recordó que la colombiana lo desafió a conocer su casa y cuando llegó al aeropuerto lo estaba esperando «una mujer hermosa de voz muy dulce».
Compartieron 15 días en Colombia y ese tiempo fue suficiente para que, ya separados y una vez más, a través del chat, ambos llegasen al común acuerdo de casarse.
«Mis amigos me toman el pelo ya que el mío es el primer casamiento de la historia sin noche de bodas», bromeó Montesinos.
El primer contacto personal de los flamantes esposos será en agosto, cuando Ceballos llegue a Argentina y, cuatro meses después, se casarán religiosamente en una ceremonia presidida por una pastora evangélica, la hija mayor de Montesinos, diez años más joven que la colombiana.
La boda religiosa, estipulada para el 23 de diciembre, despedirá a los esposos de Argentina.
Montesinos decidió «dejar todo en el país» para continuar su historia de amor en Colombia, ya sin videoconferencias ni mensajes a la distancia.