Un antidiabético oral podría frenar síntomas motores del párkinson
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Una investigación reciente sobre el medicamento para tratar la diabetes tipo 2 lixisenatida revela su potencial para mitigar el avance de los síntomas motores en pacientes con enfermedad de Parkinson. Este descubrimiento ha sido posible gracias a un estudio de fase 2 que duró un año cuyos detalles se han publicado en The New England Journal of Medicine, y que ha recibido el apoyo de Cure Parkinson’s y el Van Andel Institute (VAI) a través del programa International Linked Clinical Trials (iLCT).
El ensayo denominado LixiPark contó con la participación de 156 individuos recientemente diagnosticados con párkinson a los que se administró lixisenatida o un placebo, además de la medicación habitual para el párkinson. Los hallazgos del estudio, que fue aleatorizado y doble ciego, indican que aquellos tratados con lixisenatide experimentaron una ralentización en el progreso de sus síntomas motores, en contraste con los que recibieron el placebo, cuyos síntomas continuaron avanzando.
La diferencia observada fue estadísticamente significativa, lo que sugiere que lixisenatida podría ser capaz de postergar el deterioro motor en personas con párkinson. Estos resultados fueron consistentes tras 12 meses de tratamiento y se mantuvieron incluso dos meses después de su finalización. Lixisenatida fue seleccionado para pruebas clínicas gracias al programa iLCT de Cure Parkinson’s y VAI, que busca evaluar tratamientos con el potencial de modificar el curso de la enfermedad, reuniendo a expertos en párkinson para priorizar las terapias a evaluar clínicamente.
Un nuevo avance en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson
Lixisenatide forma parte de los fármacos agonistas de GLP-1R que imitan la acción de una hormona intestinal natural que se produce después de comer, estimulando la liberación de insulina por el páncreas. Esto ayuda a las células a absorber glucosa para convertirla en energía y han sido aprobados para tratar la diabetes tipo 2.
Los resultados del ensayo LixiPark son significativos pues representan el segundo estudio de fase 2 que demuestra un impacto positivo en la progresión de síntomas motores en pacientes con párkinson usando esta clase de medicamentos, tras el potencial demostrado por exenatide, otro medicamento priorizado por el iLCT que actualmente se está probando en un ensayo de fase 3.
Se ha establecido una relación entre la diabetes tipo 2 y el párkinson, donde se sugiere que las personas con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de desarrollar párkinson. También se ha observado que el tratamiento con agonistas de GLP-1R reduce el riesgo de desarrollar párkinson en los diabéticos.
A pesar del potencial mostrado, se requieren más pruebas antes de que lixisenatide pueda ser aprobado para uso clínico en párkinson. Este estudio de fase 2 sienta las bases para futuras investigaciones, y Cure Parkinson’s colabora con los investigadores para planificar la siguiente etapa.
Es crucial destacar que existen diferencias sutiles entre los agonistas de GLP-1R, no todos han sido evaluados en párkinson. Algunos no atraviesan bien la barrera hematoencefálica, lo que limita su capacidad para actuar en el cerebro de personas con párkinson, necesitándose más estudios para entender estas diferencias en el contexto de un tratamiento potencial para el párkinson.
Los profesores Wassilios Meissner y Olivier Rascol, investigadores principales del estudio, han declarado conjuntamente: “Durante 30 años, hemos intentado comprender cómo frenar el deterioro asociado con la enfermedad de Parkinson con el tiempo. En este contexto, los resultados positivos del ensayo de fase 2 LixiPark, que muestran una menor progresión de los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson en un año, constituyen un importante paso adelante en el futuro tratamiento de la enfermedad. Esperamos confirmar estos resultados alentadores en el futuro, para poder traducirlos a la práctica clínica”.
Efectos secundarios del antidiabético lixisenatida y limitaciones del estudio
José Luis Lanciego, Investigador Senior del Programa de Terapia Génica en Enfermedades Neurodegenerativas en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), Universidad de Navarra, que no ha participado en el estudio, ha señalado en declaraciones a SMC España: “El hallazgo más relevante es que a los 12 meses de tratamiento la puntuación en las escalas motoras es de 3 puntos inferior en los pacientes tratados por comparación a los pacientes del grupo placebo. La escala clínica empleada es la denominada MDS-UPDRS III, que a mayor puntuación indica mayor severidad”.
“Aunque la mejoría de 3 puntos es poco llamativa, es estadísticamente significativa. No obstante, es necesario considerar si dicha mejoría es suficientemente beneficiosa a nivel clínico, pues presenta diversos efectos secundarios tales como náusea, vómitos y reflujo gastroesofágico (presentes en el 46%, 13% y 8% de pacientes tratados con el fármaco, respectivamente), efectos secundarios gastrointestinales ya habitualmente reportados en pacientes diabéticos tratados de manera idéntica. Nótese que los efectos secundarios fueron considerados inaceptables en aproximadamente un tercio de los pacientes tratados con lixisenatida, de manera que fue necesario reducir su medicación de mantenimiento (20 microgramos) a la dosis inicial (10 microgramos)”.
Con información de WebConsultas
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