UE dice que muerte de militar venezolano ilustra arbitrariedad de la Justicia
EFE
La Unión Europea (UE) aseguró este domingo que la muerte del capitán de corbeta venezolano Rafael Acosta Arévalo cuando estaba detenido y bajo custodia del Gobierno de Venezuela ilustra «la naturaleza arbitraria del sistema judicial» en el país americano, y pidió una investigación independiente al respecto.
«La muerte del capitán del ejército Rafael Acosta Arévalo mientras estaba en custodia de las Fuerzas de Seguridad venezolanas es otra cruda ilustración de la naturaleza arbitraria del sistema judicial en el país y de la falta de garantías y derechos para quienes están detenidos», declaró en un comunicado la portavoz de la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini.
Añadió que su muerte «no puede pasar desapercibida» y que tampoco puede quedar sin castigo.
«Una investigación completa e independiente es necesaria para que los responsables rindan cuentas», afirmó.
También expresó «sus profundas condolencias a la familia y los amigos» del militar, y manifestó su apoyo a «los esfuerzos del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos para garantizar que los derechos humanos de todos los venezolanos son protegidos completamente».
La muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo desató este domingo nuevas condenas dentro y fuera del país contra el presidente Nicolás Maduro, en medio de denuncias de que el militar fue asesinado.
De acuerdo con informaciones de la prensa local, Acosta Arévalo fue detenido el pasado 21 de junio por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), sin que se indicarán entonces los motivos.
Según su defensa y portavoces de la oposición, el militar fue torturado hasta la muerte y la última vez que se le vio con vida, cuando fue presentado ante el tribunal, no podía mantenerse en pie o hablar.
El Gobierno de Maduro denunció el pasado miércoles que desactivó un golpe de Estado que iba a ser perpetrado entre el 23 y 24 de este mes, y que incluía el asesinato de los principales líderes del chavismo, entre ellos el propio mandatario.
Un día después el fiscal general informó de que Acosta Arévalo formaba parte de la conspiración, y que estaba siendo investigado junto a otros 13 civiles y militares.