Proyecciones económicas en Venezuela para el cierre de 2024 - 800Noticias
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Un vendedor cuenta bolívares venezolanos y billetes de dólares estadounidenses para entregar cambio a un cliente en un mercado público en el barrio de Petare en Caracas, Venezuela, el martes 18 de enero de 2022. AP

Redacción 800 Noticias | Foto referencial

El reporte ofrece proyecciones sobre la economía nacional para el cierre de 2024, a partir del análisis de variables como contexto externo, sector petrolero, desempeño esperado de los principales agregados macroeconómicos, comportamiento de la economía real (y en particular el sector manufacturero) y situación del sistema bancario.

La evolución de la economía venezolana en 2024, como era de esperar, ha estado determinada en buena medida por el ciclo político-electoral y sus implicaciones. El comportamiento de los agregados macroeconómicos durante el primer semestre contrasta con el que se proyecta para el segundo semestre. En la primera parte del año la economía dio muestras de una importante expansión, teniendo en cuenta los bajos niveles de los cuales se parte.

La dinámica en el segundo semestre ha sido diferente. Dada la manera como se desenvolvió el evento electoral, la creciente inestabilidad política subsecuente y la incertidumbre en torno a la reacción de la comunidad internacional frente al comportamiento político-institucional del Gobierno, las expectativas de los agentes económicos se han deteriorado.

 

Las consecuencias, en vista de la elevada incertidumbre con relación a la evolución del nivel de actividad económica en el corto y mediano plazo, han hecho que la economía del país entre de nuevo en un período recesivo. Las presiones sobre el mercado cambiario se han elevado, aumentando la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, y obligando al BCV a acelerar la tasa de deslizamiento del tipo de cambio oficial.

La mayor expansión de la base monetaria se supone agregará presiones sobre el mercado cambiario y el comportamiento de los precios internos. Es por ello que se espera que, en lo que queda del año, el BCV se vea obligado a deslizar aún más el tipo de cambio oficial, la tasa de inflación se incremente con relación al comportamiento observado en los últimos meses».

Si se tiene en cuenta el comportamiento diferenciado entre el primer y segundo semestre del año, se estima que, en términos anuales, la economía termine mostrando un crecimiento en 2024, acompañado de una reducción en la tasa de inflación. Pero debe resaltarse que la tendencia que se ha venido consolidando en este segundo semestre, y lo que se espera pueda suceder a comienzos de 2025, sea una nueva recesión, cuando no a una contracción en el nivel de actividad económica.

Éstas son algunas de las proyecciones:

 

El crecimiento del PIB real será de 4,0%, es decir, «la mitad de lo que se supone se expandió la economía durante el primer semestre». «Se ha corregido a la baja el estimado de la tasa de crecimiento para 2024. En abril de este año se esperaba que la economía podía crecer a una tasa de 4,5%; pero, a finales del tercer trimestre la proyección ha sido revisada y reducida al 4%. Esta actualización toma en cuenta los efectos negativos sobre la economía que ha tenido la manera como se desenvolvió el evento electoral de julio y la inestabilidad política subsecuente».

La inflación de 2024 cerrará en 24,4%, siempre y cuando no se produzcan «choques negativos» en lo que resta del año. Esto supone una reducción a la baja de las proyecciones pues en el informe de abril se calculó sería de 32%. Si se alcanza esta cifra, será «un nivel significativamente más bajo que el de años anteriores, pero todavía alto, en relación con las tasas que predominan en el mundo».

Entre los factores que han contribuido a este resultado se encuentran la concomitante política fiscal restrictiva y el menor nivel de financiamiento monetario del gasto público, la represión sobre el sistema financiero, la utilización del tipo de cambio oficial como ancla de los precios en moneda local y la desaceleración que ha venido experimentando la demanda agregada interna influida por la contracción del ingreso real y el deterioro del contexto macroeconómico y político-institucional del país.

 

La producción petrolera cerrará en 860 mil barriles diarios (bd), lo que equivale a un crecimiento de 15% versus 2023. El crecimiento es menor al proyectado en el informe de abril.

Esta revisión a la baja, aun teniendo en cuenta el levantamiento transitorio de las sanciones internacionales, se debe a varios factores: las fallas en la provisión de servicios básicos, especialmente la electricidad; las dificultades que PDVSA ha confrontado con el suministro de diluyentes; el incumplimiento por parte del gobierno de los términos de los acuerdos de Barbados; y, en general, la inestabilidad política interna que se incrementó a partir del evento electoral en el mes de julio.

A esto hay que agregar la incertidumbre, aún no disipada, ante la posibilidad de un restablecimiento, e incluso la ampliación, de las sanciones.

El precio del petróleo venezolano cerrará en 66,3 dólares por barril. «Con respecto a las exportaciones petroleras, se espera que en 2024 los volúmenes y el precio promedio de la cesta venezolana (Merey), cierren con aumentos de 9,3% y 7,4%, respectivamente».

El déficit fiscal cerrará en 13% del PIB, «algo menos que lo que se calculó para el 2023 (13,5%)». «Del déficit calculado, se estima que al menos 2% del PIB será cubierto mediante financiamiento monetario, un monto significativamente inferior al que se supone se produjo en 2023 (6% del PIB). La reducción de la emisión monetaria como mecanismo de financiamiento, en parte, explica la atenuación de las presiones inflacionarias en el transcurso de 2024».

Las exportaciones totales de bienes y servicios llegarán a 18,6 mil millones de dólares. «Se estima que el aumento de las exportaciones totales sería de 28,2% (en el reporte de abril estimado en 18,1%)». Apunta el informe que «la participación de las exportaciones no petroleras en el valor total exportado pasaría de 22% en 2023 a 17,7% en este año».

Las importaciones, por su parte, sumarán los 18,5 mil millones de dólares al cierre de 2024. Esto implica que «aumentarían solo en 2,9% (antes proyectado en 4,3%)».

El monto promedio de las remesas podría estar alcanzando 4% del PIB. «Debe tenerse en cuenta que, por la naturaleza de estas transferencias y los sectores sociales receptores, estos recursos tienen un importante impacto sobre la evolución del consumo final».

Con información de El Ucabista

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