TURISMO| Cinco panorámicas para enamorarse de París
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1- Desde el parque de Belleville
Es uno de los espacios verdes más recientes de la ciudad. Fue inaugurado en 1988 en medio de un barrio popular y sobre antiguas canteras. La colina que ocupa culmina a más de cien metros de altura y tiene en la cima una terraza panorámica. Desde allí se puede observar el trazado urbano de la misma manera que lo hace Juliette Binoche en la película París de Cédric Klapisch. Otra anécdota cinematográfica: medio siglo antes, cuando el parque todavía no existía, Albert Lamorisse filmó en el mismo lugar su inolvidable Globo rojo. La vista no era entonces tan despejada como ahora, pero siempre ha sido un buen apostadero para ver la ciudad entera desde su margen Noreste.
2- Desde un globo aerostático
En el rincón opuesto de París, el parque André Citroën es un gran espacio público al borde del Sena que ocupa el predio de una antigua planta automotriz. Un globo aerostático «cautivo» (está atado a una soga) lleva a 30 pasajeros a 150 metros de altura. Es por lejos el lugar que ofrece la vista más impactante sobre la Torre Eiffel y un buen sitio para ver y sacar fotos del oeste parisiense: el barrio de la Defensa, el Arco de Triunfo y por supuesto el lecho del Sena. Además de su función turística, este globo mide la contaminación del aire de la ciudad.
3- Desde las terrazas de las grandes tiendas
El restaurante Déli-Cieux (un juego de palabras intraducible entre delicioso y deli-cielo) ocupa el último piso de las grandes tiendas Printemps-Haussmann. Su terraza tiene vistas a la perspectiva que forman la iglesia de La Madeleine en primer plano, los techos de vidrios del Grand Palais y finalmente la Torre Eiffel. Las Galeries Lafayette también tienen una terraza panorámica que mira sobre los grandes bulevares, los campanarios de Notre-Dame y, más lejos, el domo del Panteón; y particularmente sobre los techos de la refinada Ópera Garnier. París tiene muchas otras terrazas panorámicas, como en el Centro Pompidou o el Instituto del Mundo Árabe (el mejor lugar para una vista sobre las islas del Sena y Notre-Dame).
4- Desde las alturas parisinas
La Torre Eiffel, la Torre Montparnasse y los campanarios del Sagrado Corazón son los puntos panorámicos más altos de París. El más famoso de todos es el tercer piso de la Torre Eiffel: desde allí arriba se ve a más de 50 kilómetros a la distancia. Si se quiere sacar lindas fotos de la ciudad solamente, el segundo piso alcanza. Pero para evitar aglomeraciones, cada vez más son los viajeros que prefieren ver París desde la Torre Montparnasse (los pisos 56 y 59). La vista desde las terrazas del Sagrado Corazón, encima de la colina de Montmartre, con la ciudad que se extiende hacia donde lleve la vista, es otro punto muy concurrido donde es difícil de hacerse un hueco para sacarse fotos. La alternativa es subir hasta la galería exterior que rodea la cúpula de la basílica. La vista es más imponente aún, y esta visita no es tan conocida, por esto se disfruta con mucho menos gente.
5- Desde el Arco del Triunfo
El broche de oro de las vistas panorámicas de París es el de la avenida de los Champs-Elysées. Y si es de noche y con las iluminaciones de Navidad, mejor. Hay varias alternativas, para elegir una o probarlas todas: desde la Vuelta al Mundo de la Plaza de la Concorde, desde el Gran Arco de la Defensa o desde la plataforma del Arco de Triunfo. Este último permite además ver finalmente la estrella de la plaza (L’Étoile en francés) con las doce avenidas que convergen al pie del monumento napoleónico.