Trump vuelve a jugar el papel de la rectitud moral en encuentro conservador
EFE
El candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a erigirse este viernes como representante de la rectitud moral y religiosa en un evento de conservadores en Washington en el que pidió «voz para las iglesias» y atacó a su rival demócrata, Hillary Clinton.
Trump intervino en el encuentro Values Voters (Votantes con Valores) en el que dijo que si llega a la Casa Blanca acabará con la llamada «enmienda Johnson», que desde 1954 prohíbe a organizaciones religiosas apoyar públicamente candidaturas políticas si quieren mantener exenciones fiscales.
«Si no fuera por eso la cristiandad iría como un cohete, como van mis números en las encuestas», aseguró Trump, que cada vez actúa con más comodidad con votantes altamente religiosos, pese a que el magnate fundó su imagen en la gestión de casinos o fotos con conejitas Playboy.
Trump aseguró que Estados Unidos es un país «dividido» y «la fe es la única vía para la unidad», así como que «la familia deber ser el centro de toda política para luchar contra la pobreza».
El candidato republicano, que en su primera intervención durante las primarias ante una universidad evangélica se equivocó en la nomenclatura de un versículo, hoy dijo que a comienzos de su campaña se reunió con líderes religiosos cristianos y judíos y «aquello era un festival del amor».
Trump presentó un plan para las urbes medianas estadounidenses, donde la crisis y el desempleo han sido más acuciantes, centrado en la libertad de elección en educación: «Vamos a traer la competitividad a la educación», afirmó el candidato.
El neoyorquino quiso apelar al voto hispano y afroamericano, asegurando que sus propuestas educativas y de empleo les beneficiarán mejor que lo hicieron las políticas apoyadas por su rival, la demócrata Hillary Clinton.
«¿Que tenéis que perder? Yo voy a arreglar las cosas», reiteró Trump en su intervención.
Trump aprovechó su discurso para atacar a Clinton, que hoy se reunió con exfuncionarios y ex altos mandos militares responsables en seguridad nacional y política exterior, especialmente en lo referido al Estados Islámico (EI), que aseguró que nació por las políticas fallidas de la que fue secretaria de Estado entre 2009 y 2013.
El republicano afeó a Clinton haber descartado desplegar tropas estadounidense para acabar con el EI en Siria e Irak, al dejar claro a sus enemigos que esa opción no es parte de la estrategia.
«No quiero decir esto entre tanto evangelista, pero no deberíamos ser tan honestos cuando se trata de hablar de nuestra estrategia militar», bromeó Trump, que fue vitoreado por los asistente a este encuentro anual ultraconvervador y ultrareligioso.
«El EI está cometiendo un genocidio contra los cristianos», apuntó Trump, que como suele hacer en este tipo de eventos recitó un versículo de las Escrituras, esta vez sin equivocarse en la nomenclatura.
Trump tampoco se retractó de sus halagos al presidente ruso, Vladímir Putin, criticados por Clinton, y llegó a decir que «si Rusia nos quiere ayudar a acabar con al EI, por mí perfecto».
El republicano también recordó que el ensayo nuclear norcoreano de hoy, el quinto del régimen comunista y el cuarto en lo que va de presidencia de Barack Obama, es «otro fallo masivo de una secretaria de Estado fallida».
Trump está manteniendo un discurso basado en atacar las credenciales de Clinton como secretaria de Estado y en proponer políticas sociales y económicas para la clase media en un intento de recortar la distancia que lo sitúan por detrás de su rival en las encuestas y para llegar fortalecido al primer cara a cara entre ambos a finales de mes.