Trump sugiere a Xi Jinping una reunión para hablar de Hong Kong
EFE
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le sugirió este miércoles a su homólogo chino, Xi Jinping, una reunión para hablar sobre Hong Kong, donde las protestas antigubernamentales se suceden desde hace semanas.
«Conozco al presidente Xi de China muy bien. Es un gran líder que tiene un gran respeto de su pueblo. También es un buen hombre en los ‘asuntos difíciles’. No tengo ninguna duda de que si el presidente Xi quiere resolver el problema de Hong Kong rápida y humanamente, lo puede hacer. ¿Una reunión en persona?», dijo Trump en Twitter.
Esta propuesta de Trump llega el mismo día en el que el Gobierno que él preside mostró una «profunda preocupación» por la supuesta presencia de movimientos paramilitares chinos a lo largo de la frontera de Hong Kong.
En un comunicado, la diplomacia estadounidense también condenó la violencia registrada estos días e instó «a todas las partes» a la moderación, aunque aseguró que apoya la libertad de expresión y de reunión pacífica en Hong Kong.
Trump también aprovechó la ocasión para mezclar a Hong Kong con la guerra arancelaria con China, aparentemente instando a Xi a que anteponga resolver la crisis con la excolonia británica a las negociaciones comerciales con Washington.
«China -dijo- está perdiendo millones de empleos a otros países sin aranceles. Miles de empresas se están marchando. Por supuesto que China quiere llegar a un acuerdo. ¡Dejemos que primero resuelvan con Hong Kong humanamente!».
Las protestas en Hong Kong comenzaron en junio con la oposición a una controvertida propuesta de ley de extradición, pero han evolucionado hacia una serie de demandas de mejora de los mecanismos democráticos de la ciudad.
Los enfrentamientos violentos entre algunos de los manifestantes y la Policía son cada vez mayores.
Bajo la fórmula «un país, dos sistemas», Pekín se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997.
Pero muchos manifestantes vieron en la polémica propuesta de ley de extradición -cuya tramitación fue declarada «muerta» por el Ejecutivo hongkonés a principios de julio- un intento de China de entrometerse en los asuntos de Hong Kong.