Trump recibe por lo alto al preso liberado por Venezuela pero evita a Maduro
Agencias-El Nacional
El presidente estadounidense, Donald Trump, recibió por lo alto a Joshua Holt, el ciudadano estadounidense que fue liberado hoy por Venezuela tras casi dos años encarcelado, aunque evitó dar las gracias al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
«Quiero darte la bienvenida al Despacho Oval y a la Casa Blanca. Es muy especial tenerte aquí. Tú has pasado por muchas cosas, más que la mayoría de la gente. Luchaste cada día», dijo Trump a Holt en el despacho presidencial, en el que también se encontraban la esposa de Holt, Thamy, liberada hoy también, y sus padres.
Trump agradeció el trabajo en equipo de las autoridades estadounidenses, incluyendo el Departamento de Estado y los senadores republicanos Ornin Hatch y Bob Corker, principalmente, pero evitó mencionar a Maduro o cualquier cargo venezolano.
Quién sí quiso agradecer a Maduro la liberación de Holt fue su madre, Laurie Moon Holt, que ha sido la cara visible de la lucha por el regreso de su hijo desde que fuera detenido en junio de 2016.
«También quiero dar las gracias al presidente Maduro por liberar a Josh», dijo la madre del preso liberado después de que Trump le diera la palabra.
«Eso es muy amable», comentó el presidente estadounidense al respecto.
Holt, un mormón natural de Utah, viajó a Venezuela en junio de 2016 para casarse con Thamara Holt, una venezolana a la que conoció por internet, y se quedó a vivir temporalmente en el país mientras esperaban la emisión de sus visados para viajar a Estados Unidos.
Dos semanas después de su boda, las autoridades venezolanas los arrestaron en su vivienda, y el entonces ministro de Interior y Justicia, Gustavo González López, dijo que en la redada se habían encontrado rifles y munición, una granada y mapas detallados de Caracas.
Trump quiso recordar que, con la liberación de Holt, 17 presos han sido condonados desde que él llegara a la Casa Blanca en enero de 2017, incluyendo los tres rehenes que dejó libres Corea del Norte a principios de este mes de mayo.
Sin embargo, en esta ocasión, no quiso agradecer a Maduro este gesto diplomático, una decisión que desde Caracas han apuntado que se ejecutó «en aras de la paz, de la reconciliación nacional y también en el objeto de continuar (…) todos los esfuerzos para mantener un diálogo respetuoso y unas relaciones diplomáticas de respeto».
Estas declaraciones las hizo el ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, que también señaló que espera que este tipo de acciones «permitan afianzar lo que siempre ha sido nuestro punto de vista: diálogo, concordia, respeto a nuestra independencia, a nuestra soberanía.
Lejos de acercar posiciones con el país suramericano, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, aseguró que EE.UU. seguirá imponiendo sanciones a las autoridades venezolanas a pesar de la liberación de Holt.
«Las sanciones continuarán hasta que la democracia vuelva a Venezuela», señaló Pence poco antes de que Trump recibiera al preso liberado en el Despacho Oval.
Precisamente, los últimos comicios electorales celebrados en Venezuela el pasado domingo, han sido catalogados de «farsa» por la Administración Trump, que ha incrementado la tensión entre las dos naciones desde que Maduro saliera reelegido con 6,1 millones de votos, aunque registrando una de las participaciones más bajas en décadas.
De hecho, Trump impuso esta semana nuevas sanciones contra el Gobierno venezolano, al firmar una orden ejecutiva por la que limita al Ejecutivo de Maduro la venta de deuda y activos públicos en territorio estadounidense.
Como respuesta, Maduro, declaró persona no grata al encargado de negocios de Estados Unidos en Caracas, Todd Robinson, y dio a él y a su «número dos», Brian Naranjo, 48 horas para abandonar el país caribeño.
Maduro, además, acusó a Robinson de participar en una conspiración militar, económica y política, así como de haber «violado la ley internacional de manera descarada», y dijo tener pruebas que presentará más adelante.
La respuesta de EE.UU. no se hizo esperar y ordenó al día siguiente la expulsión de dos diplomáticos venezolanos, el encargado de negocios de Venezuela en Washington, Carlos Ron Ramírez, y el vicecónsul venezolano en Houston (Texas), a los que dio 48 horas para que abandonen el país.