Trump propone un test «ideológico» para inmigrantes
EFE
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, invocó este lunes la Guerra Fría para proponer el establecimiento de un test «ideológico» a inmigrantes que quieran entrar en EE.UU., como herramienta de su plan para combatir el terrorismo yihadista de grupos como el Estado Islámico (EI).
En un discurso pronunciado en la Universidad Estatal de Youngstown (Ohio), Trump esbozó la estrategia antiterrorista que activará si gana las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, empresa muy complicada a día de hoy a tenor de las encuestas, encabezadas con holgura por su rival demócrata, Hillary Clinton.
Durante una ordenada alocución con «teleprompter», alejada del tono impulsivo y provocativo que suele marcar sus mítines, el magnate inmobiliario presentó la lucha contra el terrorismo yihadista como la «Guerra Fría» de la generación actual.
El empresario neoyorquino, que se presenta como el «candidato de la ley y el orden», apostó por un «nuevo rumbo» de la política de seguridad de EE.UU. y puso en un lugar central de ese plan el «escrutinio extremo» a los inmigrantes que acceden al país.
«El denominador común de los mayores ataques terroristas islámicos ocurridos recientemente en nuestro territorio (…) es que estaban implicados inmigrantes o hijos de inmigrantes», subrayó el polémico multimillonario.
Como ejemplo de esa realidad, el aspirante republicano citó, entre otros, los atentados perpetrados en San Bernardino (diciembre de 2015) y Orlando (junio de 2016), que causaron 14 y 49 muertos, respectivamente, y fueron cometidos por musulmanes estadounidenses que simpatizaban con el grupo yihadista Estado Islámico.
«Sólo deberíamos admitir en este país a aquellos que comparten nuestros valores y respetan a nuestra gente. En la Guerra Fría, teníamos un test de escrutinio ideológico», aseveró Trump, favorable a un «nuevo test» para «las amenazas que afrontamos hoy».
«Lo llamo escrutinio extremo (…). Nuestro país tiene suficientes problemas. No necesitamos más», insistió el empresario.
«Además de revisar a todos los miembros y simpatizantes de grupos terroristas -puntualizó-, debemos cribar a quienes tienen actitudes hostiles hacia nuestro país o sus principios, o creen que la ley Sharia (ley islámica) debería suplantar a la ley estadounidense».
«Quienes no creen en nuestra Constitución o apoyan el fanatismo o el odio -advirtió- no deberían ser admitidos para inmigración en nuestro país».
Para acometer esas medidas, Trump reiteró su idea de que EE.UU. tendrá que «suspender temporalmente la inmigración desde algunas de las regiones más peligrosas y volátiles del mundo que tienen un historial de exportación de terrorismo».
Sin embargo, el magnate no precisó qué países podrían verse afectados por esa suspensión, pese a abogar en el pasado por prohibir el acceso de musulmanes en general al país para frenar la amenaza del terrorismo yihadista.
Si alcanza la Casa Blanca, el empresario prometió, asimismo, convocar una «conferencia internacional» de socios de EE.UU., incluidos Israel y países musulmanes como Egipto, para encarar el problema.
«También creo que podemos hallar afinidad con Rusia en la lucha contra el EI», que domina desde 2014 amplios territorios en Irak y Siria, agregó Trump, al que los demócratas -y algunos republicanos- reprochan su simpatía por el presidente ruso, Vladímir Putin.
La receta del magnate contra grupos como el EI o Al Qaeda incluye la promesa de mantener abierta la prisión de la base estadounidense de Guantánamo (Cuba), que alberga a sospechosos de terrorismo y que Obama quiere cerrar antes abandonar la Casa Blanca en 2017.
A diferencia de la semana pasada, cuando levantó una polvareda al describir a Obama como el «fundador del EI» y a Clinton como la «confundadora», el aspirante presidencial adoptó hoy un tono más moderado y se limitó a tildar sus políticas de detonante del vacío que permitió en Irak el florecimiento del Estado Islámico.
«El ascenso del EI -argumentó- es el resultado directo de decisiones políticas tomadas por el presidente Obama y la secretaria de Estado Clinton».
Trump esgrimió que «el EI está intentando inflitrarse entre los refugiados (de Siria) que huyen a Europa y EE.UU.» y aprovechó esa alegación para cargar contra la ex secretaria de Estado, a quien comparó en sentido negativo con la canciller alemana, Angela Merkel.
«Mi oponente -adujo- quiere incrementar (…) el flujo de refugiados sirios en un 550 por ciento. Hillary Clinton quiere ser la Angela Merkel de EE.UU. y ustedes conocen el desastre que esta inmigración masiva ha representado para Alemania».
A su juicio, Clinton «carece de la fortaleza mental y física para atajar al Estado Islámico».
El multimillonario pronunció el discurso una semana después de que medio centenar de ex altos cargos republicanos publicaran una dura carta en la que se oponían a la candidatura del empresario, a quien ven como un verdadero «peligro» para la seguridad nacional.
La alocución de Trump en Ohio coincide con su desplome en las encuestas, que lidera Clinton con un amplio margen a nivel nacional, si bien en algunos estados «bisagra», como Ohio, que son claves para ganar las elecciones de noviembre, esa ventaja es más ajustada.