Trump no ha perdido la confianza en Corea del Norte pese a misiles
EFE
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este viernes que no ha perdido la confianza en Corea del Norte pese al reciente lanzamiento de dos misiles balísticos de corto alcance, una prueba que el mandatario consideró «muy estándar» en un intento por rebajar la tensión con Corea del Norte.
En una entrevista con el diario Político, Trump opinó sobre la decisión de Corea del Norte de lanzar el jueves desde su flanco occidental dos proyectiles que se cree son misiles balísticos de corto alcance y que cayeron en el Mar del Este (nombre que recibe el Mar de Japón en las dos Coreas), según las autoridades surcoreanas.
«Son de corto alcance y no considero que eso sea para nada una violación de la confianza. Y, sabes, en algún momento puede que lo considere. Pero, en este punto no», dijo Trump, quien insistió en su postulado diciendo: «Eran misiles de corto alcance, una cosa muy estándar, muy estándar».
El mandatario reconoció que en algún momento podría perder confianza en el líder norcoreano, Kim Jong-un.
«Es decir, es posible que en algún momento lo haga, pero ahora mismo para nada», zanjó el mandatario, que el jueves se mostró cauto al responder al lanzamiento de Corea del Norte.
De hecho, el jueves, Trump dijo que «nadie está contento» con el lanzamiento, que se está observando a Corea del Norte «muy seriamente» y que no cree que el régimen esté «listo para negociar» ahora mismo, aunque a su vez su jefe de Gabinete, Mick Mulvaney, tildó la acción norcoreana de provocación «menor».
El lanzamiento del jueves coincidió también con la visita a Seúl del representante especial de EE.UU., Stephen Biegun, que a raíz de la acción norcoreana optó por cancelar su comparecencia ante la prensa.
Como medida de presión ante el enroque del diálogo tras la cumbre de Hanói, Corea del Norte ha optado por realizar en una semana dos ensayos de armas que han ensombrecido el acercamiento que se vivió en la península el año pasado.
En Hanói el régimen pidió una desnuclearización y una relajación de sanciones gradual, algo que la Casa Blanca, que pide iniciar el proceso de desarme de manera inmediata, sigue considerando a día de hoy inaceptable