Trump espera cerrar en un mes un acuerdo con Xi para frenar guerra comercial
EFE
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró este jueves optimista respecto a la posibilidad de alcanzar en el próximo mes un ambicioso acuerdo con China para frenar la guerra comercial, al terminar una ronda de negociación que se cerró con «avances» pero con los capítulos más espinosos aún por resolver.
Trump recibió en la Casa Blanca al viceprimer ministro de China, Liu He, para cerrar dos días de negociaciones bilaterales destinadas a evitar que, el próximo 1 de marzo, EEUU eleve del 10 % actual al 25 % los aranceles que mantiene a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares.
«Si esto sale adelante, será el mayor acuerdo comercial jamás alcanzado», dijo Trump a los periodistas durante su encuentro con Liu y con los equipos negociadores de EEUU y China.
«No nos va a valer un acuerdo pequeño con China», advirtió el mandatario durante un acto anterior en la Casa Blanca.
Trump pareció dejar la puerta abierta a prorrogar si es necesario el plazo límite del 1 de marzo que acordó con el presidente chino, Xi Jinping, durante su reunión del pasado 1 de diciembre en Buenos Aires.
Pero el jefe negociador estadounidense, Robert Lighthizer, insistió después en que Washington no está dispuesto por ahora a prolongar las negociaciones, y la Casa Blanca confirmó en un comunicado que la del 1 de marzo es «una fecha límite fija».
Lighthizer y el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, viajarán a principios de febrero a China -después de las festividades del Año Nuevo chino- para continuar las conversaciones, que deberían culminar en la firma de un acuerdo entre Trump y Xi.
«Me reuniré una o dos veces con el presidente Xi (…) y cuando nos reunamos, quiero que podamos tener ciertos puntos ya acordados. Pero aún no estamos en esa fase», explicó Trump.
La reunión en el Despacho Oval comenzó con la lectura de una carta que Xi había enviado a Trump, y en la que le pedía seguir negociando en «un clima de respeto mutuo» y «encontrarse a mitad de camino».
Liu reveló entonces que China estaba dispuesta a comprar «5 millones de toneladas de soja» a Estados Unidos, y Trump aseguró que Pekín adquiriría ese volumen «cada día».
«Creo que los agricultores de EEUU van a estar muy felices», celebró el mandatario estadounidense, quien consideró el anuncio «una señal de buena voluntad por parte de China».
Una fuente del Gobierno estadounidense aclaró después que China se había comprometido a hacer lo que aparentemente es una única compra de 5 millones de toneladas de soja, y no a importar ese volumen a diario, informó el diario The Wall Street Journal.
Según ese rotativo, la delegación china ofreció en el encuentro aumentar sus compras de productos estadounidenses y abrir la puerta a más inversiones de ese país en sus sectores financiero y manufacturero, pero no hizo supuestamente ninguna oferta de reformas a sus políticas económicas e industriales.
Como condición para no recrudecer sus aranceles a China, que afectan desde a textiles y alimentos hasta a combustibles, EE.UU. quiere también que Pekín se comprometa a cambios para proteger la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses y acabar con lo que EEUU considera una transferencia forzada de tecnologías.
«Hemos hecho avances sustanciales, aunque nos queda mucho trabajo para llegar a un pacto», resumió Lighthizer respecto a los dos días de conversaciones en Washington.
La delegación china también propuso, de acuerdo con el Journal, que Trump y Xi se reúnan al final de las negociaciones en la provincia china de Hainan, después de la segunda cumbre entre el presidente estadounidense y el líder norcoreano, Kim Jong-un, prevista para finales de febrero.
Algunos asesores del mandatario estadounidense prefieren que la reunión se produzca fuera de China, quizá en un tercer país o incluso en el club privado de Trump en Mar-a-Lago (Florida).
Trump no descartó este jueves que su posible viaje para reunirse con Xi pueda formar parte de una gira en la que también mantenga su segunda cumbre con Kim, cuya fecha y sede se anunciará «a comienzos de la semana que viene», probablemente durante el discurso sobre el Estado de la Unión que el mandatario dará el martes.