Trump dice que podría viajar a Jerusalén para inaugurar la embajada de EE.UU.
EFE
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este lunes que podría viajar a Israel para inaugurar formalmente la embajada de Estados Unidos en Jerusalén, que él ordenó trasladar a esa ciudad y que se espera que comience a operar el próximo mes de mayo.
«Estamos pensando en que vaya. Si puedo, iré», dijo Trump al recibir en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Trump no aclaró si viajaría a Jerusalén en mayo o más adelante, dado que la intención de Washington es inaugurar en esa fecha solamente una pequeña delegación de la misión diplomática, compuesta por el propio embajador y unos pocos asesores, mientras se construye una embajada definitiva.
«Podría ser (que yo vaya). Estamos pensándolo. Vamos a tenerla construida muy rápido», garantizó Trump.
«La semana pasada me pusieron en la mesa una orden de 1.000 millones de dólares (para construir la embajada). Y dije, no vamos a gastarnos 1.000 millones de dólares, y en cambio lo vamos a hacer por 250.000 dólares, aunque es algo temporal. 250.000 dólares en lugar de 1.000 millones, ¿está bien eso o no?», presumió.
Además, Trump expresó optimismo respecto al futuro de sus esfuerzos de paz entre israelíes y palestinos, a pesar de que su decisión de trasladar a Jerusalén la embajada estadounidense en Israel provocó que Palestina descartara al presidente de EE.UU. como mediador en ese proceso.
«Creo que los palestinos quieren volver a la mesa negociadora, lo quieren mucho. Si no lo hacen, no tenemos paz, y eso también es una posibilidad», dijo Trump.
«Tenemos una oportunidad» de conseguir la paz, garantizó.
Netanyahu, por su parte, agradeció de nuevo el «histórico» reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y comparó su relevancia con, entre otras cosas, la Declaración de Balfour de 1917, en la que el entonces secretario de Exteriores británico prometió a los judíos una patria en Oriente Medio.
«Esto es algo que nuestro pueblo recordará durante años y años», afirmó.
El primer ministro israelí también subrayó la preocupación mutua sobre las actividades en la región de Irán y dijo que «hay que detener» a ese país.