Trump defiende su «absoluto» poder de perdonar crímenes en la trama rusa
EFE
El presidente de EE.UU., Donald Trump, defendió este sábado su «absoluto» poder de perdonar a sus asesores, familiares y posiblemente incluso a sí mismo ante las investigaciones sobre la trama rusa, aunque subrayó que por ahora el único crimen son las «filtraciones» de los medios sobre el tema.
En una retahíla de tuits a primera hora de la mañana, Trump reaccionó a varias informaciones de prensa de esta semana, incluido un artículo que afirmaba que el mandatario ha pedido información a su equipo sobre su poder para indultar crímenes federales.
«Aunque todos están de acuerdo en que el presidente de EEUU tiene el poder absoluto de perdonar, para qué pensar en eso cuando de momento el único crimen son las FILTRACIONES contra nosotros. NOTICIAS FALSAS», escribió Trump.
Según informó este jueves el diario The Washington Post, Trump ha pedido información a su equipo sobre su poder ejecutivo para indultar a sus asesores, a sus familiares e incluso a sí mismo, y sus abogados están evaluando hasta dónde llega esa potestad.
Los presidentes de Estados Unidos tienen la autoridad de indultar a otros por delitos federales, pero no está claro si pueden perdonarse a sí mismos.
La Constitución estadounidense no prohíbe explícitamente esa posibilidad, aunque sí indica que el presidente no puede utilizar el perdón para detener un juicio político en el Congreso, un proceso que puede llevar a la destitución de los mandatarios.
Algunos expertos creen que el presidente no podría perdonarse a sí mismo, porque supondría un claro conflicto de interés, mientras que otros consideran que sí tiene la autoridad de hacerlo, aunque la tensión que eso generaría en el país podría llevar el asunto hasta el Tribunal Supremo.
El uso de la palabra «absoluto» por parte de Trump sugiere, en cualquier caso, que no ve demasiados límites a su autoridad y podría considerar usarla en relación con las investigaciones del FBI y del Senado por los supuestos lazos entre su equipo y el Gobierno ruso durante la campaña electoral de 2016.
El mandatario reaccionó además a otra información del Washington Post, que reveló este viernes que el fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, habló sobre la campaña de Trump durante una reunión el año pasado con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak.
Sessions, que el año pasado era senador, negó durante su audiencia de confirmación en enero que hubiera hablado con algún funcionario ruso sobre la campaña, y unas semanas después, cuando se desveló que se había reunido con Kislyak, aseguró que no había hablado con él sobre la campaña de Trump.
La información del diario contradice de nuevo a Sessions, pero Trump no criticó a su fiscal general, de quien se ha distanciado recientemente, y arremetió en cambio contra el periódico por haber publicado información procedente de fuentes de inteligencia.
«Una nueva FILTRACIÓN DE INTELIGENCIA del Washington Post propiedad de Amazon, esta vez contra el fiscal general Jeff Sessions. ¡Estas filtraciones ilegales, como las de (el exdirector del FBI James) Comey, deben parar!», afirmó Trump.
La sarta de tuits de Trump cerró una semana tumultuosa para el presidente, en la que cumplió seis meses en el poder sin haber podido cumplir muchas de sus promesas de campaña, y que incluyó cambios en el equipo de comunicación de la Casa Blanca.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dimitió este viernes en protesta por la llegada de un nuevo director de comunicaciones, Anthony Scaramucci, un financiero de Wall Street sin experiencia en la materia pero con carisma y capacidad comunicativa.
Trump tuiteó a última hora del viernes sobre Spicer, de quien dijo que es «una persona maravillosa que sufrió tremendos abusos de los medios de comunicación falsos» y cuyo «futuro es brillante».
Hoy, en cambio, se refirió a Scaramucci y a uno de los datos que más han reproducido los medios de comunicación desde su nombramiento el viernes: el hecho de que tardó en respaldar a Trump en las primarias republicanas de 2016, y solo lo hizo después de apoyar previamente a otros aspirantes del partido, Jeb Bush y Scott Walker.
«Siendo justos con Anthony Scaramucci, él quería respaldarme antes que a nadie, antes de que empezaran las primarias republicanas, ¡pero creía que yo no iba a presentarme!», dijo Trump.