Trump cede en su amenaza de cerrar frontera y da un año a México para actuar - 800Noticias
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EFE

 El presidente de EE.UU., Donald Trump, cedió este jueves en su amenaza de cerrar la frontera con México esta misma semana, al afirmar que ahora dará al país vecino un año para detener el flujo de drogas, o de lo contrario impondrá aranceles a sus automóviles antes de decidir si clausura la zona limítrofe.

Seis días después de amenazar con cerrar la frontera común esta misma semana si México no detenía «de inmediato toda la inmigración ilegal» que atraviesa el país rumbo a EE.UU., Trump cambió el plazo y los parámetros de su advertencia.

«Vamos a darles un plazo de un año, y si las drogas no paran, o no paran en su mayoría, vamos a imponer aranceles a México y sus productos, en particular los automóviles. Y si eso no detiene las drogas, vamos a cerrar la frontera», dijo el presidente a los periodistas durante un acto en la Casa Blanca.

Trump no se refirió explícitamente a su amenaza de cerrar la frontera esta semana, una advertencia sobre la que se rumoreaba que podría hacer un anuncio durante la visita que hará este viernes a la localidad fronteriza de Calexico (California).

Pero el mandatario sí citó varias veces el nuevo plazo de un año que ha decidido dar a México, y en lugar de mencionar el cierre de la frontera como represalia inmediata, afirmó que eso se lo planteará solo después de haber impuesto aranceles a los automóviles, si el país vecino sigue sin cumplir sus exigencias.

«México entiende que vamos a cerrar la frontera o a poner aranceles a los automóviles, será una cosa o la otra», subrayó.

«Si las drogas no paran, porque México puede pararlas si quieren, vamos a imponer aranceles a los automóviles. Los automóviles son muy importantes. Y si eso no funciona, vamos a cerrar la frontera. Pero creo que eso funcionará», concretó un poco después.

Trump precisó que el plazo de un año empieza a correr «a partir de hoy», y aseguró que no le preocupa que su amenaza de imponer aranceles interfiera en la ratificación del renovado acuerdo comercial entre EE.UU., México y Canadá, conocido como T-MEC.

«Esto es más importante para mí que el T-MEC», recalcó.

El presidente mencionó el tema de la inmigración ilegal, pero no pareció vincularlo a su amenaza respecto a los aranceles y se centró en cambio en el narcotráfico, lo que supone otra diferencia respecto al ultimátum de una semana que emitió el pasado viernes.

Tampoco citó ninguna razón para el cambio de plazo, aunque celebró que, gracias a su amenaza, «en los últimos tres días, México ha estado capturando a la gente en su frontera sur y devolviéndola a sus países».

La amenaza de Trump de cerrar la frontera suscitó fuertes quejas de numerosos empresarios y políticos, que advirtieron del devastador impacto económico que tendría esa medida en ambos países.

México es el tercer socio comercial de EE.UU., con un intercambio valorado en más de 615.000 millones de dólares en 2017, y muchos negocios de ambos países dependen del intercambio fronterizo para fabricar sus productos, entre ellos los automóviles.

La Cámara de Comercio estadounidense advirtió esta semana del «grave daño económico» que causaría interrumpir el comercio fronterizo, y varios legisladores del partido de Trump se mostraron en contra de la idea.

«Cerrar la frontera tendría un impacto económico potencialmente catastrófico, y espero que no lo hagamos», afirmó este martes el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.

Trump ya había amenazado con cerrar la frontera en octubre pasado, justo antes de las elecciones legislativas en Estados Unidos, pero esa advertencia no llevaba aparejada una fecha límite, como esta vez, y se diluyó una vez pasada la cita con las urnas.

La marcha atrás de Trump en esta ocasión libra a México, por ahora, de una represalia por la inmigración que sí han sufrido los países del triángulo norte de Centroamérica, a los que la semana pasada ordenó suspender toda la asistencia exterior correspondiente a los años fiscales 2017 y 2018.

En una rueda de prensa en Washington, la embajadora de México en EE.UU., Martha Bárcena, dijo que acababa de enterarse de la noticia y se limitó a subrayar su oposición a la medida que barajaba Trump.

«El cierre de la frontera no beneficia a nadie. Tendría gravísimos daños, no solo para la economía de ambos países, con impactos especialmente fuertes en los distritos fronterizos, sino también en los niveles de confianza que existen entre ambos países», destacó la embajadora.

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