Tropas ucranianas resisten ataques rusos en la ciudad de Bajmut
EFE | Foto referencial
A pesar de las informaciones sobre una situación complicada en Bajmut, Andriy Babichev, soldado de la 93ª Brigada del ejército ucraniano que defiende la zona, asegura que sus tropas continúan infligiendo grandes pérdidas a los atacantes rusos, aunque necesitan muchos más proyectiles de artillería para hacerse con la iniciativa.
«Mi mujer a veces me llama después de oír predicciones catastrofistas sobre Bajmut y tengo que calmarla. Todo está bajo control y no vamos a entregar la ciudad», asegura Babichev a EFE.
La brigada de Babichev regresó a Bajmut a finales de enero tras una pausa para entrenarse y reagruparse.
Dice que la brigada fue entrenada específicamente para el combate urbano y el asalto, y que todos esos conocimientos les resultan ahora muy útiles.
«Los rusos siguen avanzando hacia la ciudad y sus alrededores, empleando aviación, artillería y lanzacohetes múltiples. En la ciudad, las tropas se disparan mutuamente desde las ventanas de los edificios cercanos. A menudo, un edificio cambia de manos varias veces al día, ya que ambos bandos contraatacan constantemente», explica Babichev.
Los rusos tratan también de cercar la ciudad bloqueando las rutas logísticas desde Kostiantynivka y Sloviansk, afirma el soldado.
Como las temperaturas han bajado a 12º C bajo cero, el tiempo representa una dificultad para ambos ejércitos, pero Babichev cree que los ucranianos tienen ventaja en este aspecto.
«Estamos defendiendo y tenemos nuestras posiciones mejor preparadas. Nuestros soldados se remplazan cada dos horas para descansar y entrar en calor, mientras que los rusos no consiguen cavar trincheras en el suelo gélido y sufren graves congelaciones a la intemperie», explica Babichev.
Gran parte de los combates se producen a distancias muy cortas, con soldados de los dos bandos separados sólo por decenas de metros. Se dan casos de rendición por parte de los rusos.
«Atacan sólo porque temen a sus comandantes», se muestra convencido.
Babichev solía luchar también en el límite mismo de la línea del frente, sirviendo en una unidad de ametralladoras.
Tras sufrir una conmoción por la onda expansiva durante un bombardeo, fue transferido a una unidad de artillería que principalmente utiliza todavía piezas antiguas de la era soviética.
Dice que gracias a los drones que están constantemente en el cielo, la unidad tiene ahora un control visual total de lo que está ocurriendo en el campo de batalla.
El problema es que hay «un número bastante mayor de rusos que de ucranianos», mientras que estos últimos no disponen de suficientes proyectiles de artillería.
«Necesitamos al menos cinco veces más. Tenemos suficiente para defendernos, pero no para expulsarlos de aquí».
Explica que su unidad de artillería suele atacar a grupos más grandes de soldados rusos, de entre veinte y treinta personas.
Sin embargo, la falta de munición supone que las tropas rusas que sobreviven al ataque inicial son capaces de replegarse.
Por ello, aumentar la capacidad de artillería puede ser incluso más importante que la entrega prevista de tanques.
«Un centenar de tanques puede ser útil si se concentra en un lugar, pero es una gota en el océano si se reparte por toda la línea del frente», explica Babichev.
Como muchos otros, a pesar de no tener experiencia militar previa, se alistó voluntariamente en el ejército poco después del inicio de la invasión.
Empresario privado y apasionado motorista en su vida civil, actualmente ayuda a los soldados recién reclutados a acostumbrarse a los peligros en el frente.
«Cada nueva situación requiere una precaución extrema, ya que los errores acaban en vidas perdidas. Los que hacen muchas preguntas y escuchan tienen más probabilidades de sobrevivir», explica Babichev.
Mientras continúan los intensos combates en Bajmut y otras partes de Donetsk y Luhansk, las bajas diarias entre los rusos rondan los mil efectivos, según estimaciones del ejército ucraniano.
Babichev está seguro de que la cifra real debe ser mucho mayor. «Sólo informamos de las muertes de aquellos cuyos cuerpos podemos ver. Tiene que haber más, quizás el doble, diseminados por Bajmut».
«Vamos a ganar porque luchamos por la verdad, por nuestros hogares y nuestras familias. Creed en nosotros», dice a EFE.
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