Tribunal Supremo de EE.UU. frena la ejecución de un preso en Alabama - 800Noticias
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EFE

El Tribunal Supremo de Estados Unidos frenó este jueves temporalmente la ejecución en el sureño estado de Alabama del preso Robert Bryant Melson, condenado a muerte por asesinar a tres trabajadores de un restaurante de comida rápida durante un robo en 1994.

Los jueces del Tribunal Supremo ordenaron al Departamento de Correcciones de Alabama que detuviera la ejecución solo 15 minutos antes de las 18.00 hora local (23.00 GMT), para cuando estaba previsto que Melson recibiera una inyección letal en la prisión Holman de Atmore.

La decisión del Tribunal Supremo es temporal y el fiscal general de Alabama, el republicano Steve Marshall, ya ha presentado un recurso para pedir a los jueces que permitan al estado aplicar la pena de muerte a uno de sus reos.

Los abogados de Melson están tratando de detener la ejecución porque una de las drogas que se usa para la inyección letal, el sedante midazolam, está vinculado con las muertes agónicas de presos en Alabama, Arizona y Oklahoma, que se retorcían en sus camillas tras recibir la inyección.

La defensa de Melson, afroamericano y de 46 años, asegura que el sedante midazolam es incapaz de dejar inconsciente a los presos y, por tanto, hace que mueran en dolor, lo que viola la Octava Enmienda de la Constitución de EE.UU., que prohíbe los castigos crueles e inhumanos.

Melson fue condenado a muerte por un triple asesinato cometido en la noche del 16 de abril de 1994 en un restaurante «Popeye’s» en Gadsen, una ciudad de 36.000 habitantes del noreste de Alabama.

En el restaurante, ya cerrado al público, se encontraban todavía limpiando y recogiendo cuatro empleados: Bryant Archer, de 17 años, James Baker (17), Tamika Collins (18), y Darryl Collier (23).

Melson y un cómplice que había trabajado en ese «Popeye’s», Cuhuatemoc Peraita, aprovecharon que la puerta trasera del restaurante estaba abierta para la basura para irrumpir en él armados y con la cara tapada.

Los asaltantes robaron la recaudación y obligaron a los cuatro empleados a encerrarse en el congelador, donde Melson procedió a matarlos.

Baker, Collins y Collier murieron por disparos en la cabeza, mientras que Archer sobrevivió y pudo avisar a la Policía, identificando a Peraita como uno de los asaltantes. La policía detuvo a Melson y a Peraita una hora después.

Mientras Melson recibió la pena capital, Peraita, quien en el momento del crimen era menor de edad, fue condenado a cadena perpetua, aunque ahora también está en el corredor de la muerte por el asesinato de un preso dentro de la prisión en 1999.

Si llega a ser condenado finalmente a muerte, Melson se convertirá en el decimotercer preso ejecutado este año en Estados Unidos y el número 1.455 desde que el Tribunal Supremo reinstauró hace cuatro décadas la pena de muerte.

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