Tribunal de EE.UU. listo para juicio de sobrinos de primera dama venezolana
EFE
Efraín Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de la primera dama de Venezuela y acusados de narcotráfico, asistieron este miércoles a su último día de audiencias previas al inicio del juicio, el 7 de noviembre, en un tribunal de Nueva York.
En la audiencia preliminar, un total de 94 personas fueron convocadas como posibles jurados, de las que 70, cuarenta de ellas mujeres, fueron entrevistados por la defensa y la fiscalía federal, que acusa a Campos y Flores de conspirar para traficar 800 kilos de cocaína a EE.UU.
Campos Flores (ahijado del presidente Nicolás Maduro y que fue criado como hijo por la pareja) y su primo Flores de Freita, que se declararon no culpables, están presos sin derecho a fianza hace cerca de un año en una cárcel federal, a pasos de donde se lleva a cabo el proceso judicial en su contra, en el condado de Manhattan.
Doce personas serán las que finalmente decidan en este mediático caso y deberán hacerlo por unanimidad en un juicio que no debe extenderse más allá de dos semanas, de acuerdo con el juez Paul Crotty.
Durante la primera sesión de la mañana, los acusados lucieron por primera vez ropa de civil en lugar del uniforme de la cárcel, un pedido que fue aceptado por el juez Crotty, y parecían hoy de mejor estado de ánimo que en audiencias anteriores.
El juez Crotty inició el proceso estableciendo las reglas del juicio, entre las que figura restablecer el detector de metales frente a la sala del tribunal donde se lleva a cabo el proceso de los sobrinos de la primera dama venezolana y también diputada, Cilia Flores.
Los que han asistido a este proceso en la corte federal para el distrito sur han tenido que pasar por dos detectores de metales, el del edificio del tribunal y otro instalado frente a la sala de Crotty y que será reinstalado a partir del lunes.
Entre los reclamos a los que el juez dio luz verde para el juicio figura el pedido de la fiscalía para presentar evidencia de la riqueza y poder que presuntamente tenían los acusados antes de ser arrestados, como el acceso a usar el aeropuerto internacional de Venezuela para la droga que tenían prevista enviar a EE.UU.
También rechazó la moción de la defensa para que no se permita como evidencia el testimonio de un confidente de la DEA, quien identificó como cocaína la sustancia que le mostró uno de los acusados durante una reunión que sostuvieron en Venezuela en agosto de 2015.
La conversación durante esa reunión fue grabada por el confidente, identificado como CS1 y que les aseguró que era miembro del cartel de Sinaloa, que ya declaró durante una de las audiencias previas al juicio.
Durante esta última audiencia previa al juicio, que por orden del juez contó con la asistencia del agente de la DEA que tuvo a su cargo este caso, Sandalio González, la fiscalía y la defensa se pusieron de acuerdo con respecto a la serie de preguntas que harían a los candidatos a jurado.
“La defensa está de acuerdo con el Gobierno”, dijo el abogado Jackson Randall en el tribunal, tras lo cual las partes se reunieron en privado con los posibles candidatos y, luego excusar a 24 de ellos, comenzó en la tarde el proceso de entrevistas para elegir los que decidirán si Campos Flores y Flores de Freitas son o no culpables de conspirar para exportar cocaína a EE.UU.
Una vez los candidatos entraron a su sala, Crotty se presentó con ellos, les explicó el cargo contra los venezolanos y cuál será su responsabilidad como jurados.
Durante las audiencias previas al comienzo del juicio, la defensa intentó desacreditar a los confidentes de la DEA, que actualmente están presos desde el pasado agosto por intentar introducir droga a EE.UU. y ayudar a distribuirla, y de establecer que durante los arrestos, el 10 de noviembre de 2015, se violaron los derechos de los acusados.
Los dos confidentes, que resultaron ser padre e hijo, también fueron acusados de mentir a la DEA entre 2012 y 2016, cuando eran sus informantes.
Campos Flores y Flores de Freitas fueron arrestados en Haití el 10 de noviembre luego de que los jóvenes se reunieran con uno de los informantes y negociaran sobre la venta de la droga que exportarían a EE.UU.