Tribunal de Canadá imputa a periodistas de Reuters
Fuente: EFE
El Gobierno canadiense expresó este lunes su preocupación y consternación por la decisión de un tribunal birmano de procesar a dos periodistas de Reuters por obtener documentos considerados «secretos» por las autoridades birmanas.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, que antes de entrar en el mundo de la política trabajó como periodista, señaló en un comunicado que «Canadá está profundamente preocupada por la decisión del tribunal de imputar un delito a los periodistas de Reuters».
«Esta decisión ensombrece la libertad de prensa y los Derechos Humanos en Birmania. Canadá se une a la comunidad internacional y sigue solicitando la inmediata puesta en libertad de los periodistas», añadió Freeland.
Los reporteros birmanos Wa Lone, de 32 años, y Kyaw Soe Oo, de 28, están acusados de obtener de manera ilegal secretos de Estado en una investigación sobre la persecución de la minoría rohinyá.
Más de 700.000 rohinyás han buscado refugio en Bangladesh desde finales de agosto por las operaciones militares de castigo contra el grupo insurgente Ejército Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) tras la treintena de ataques que perpetró el 25 de agosto de 2017 en Rakáin.
Birmania niega a los rohinyás la ciudadanía y les trata como inmigrantes extranjeros, sometiéndoles a numerosas discriminaciones, como restricciones a la libertad de movimientos.
Según los datos recabados por Médicos Sin Fronteras, y que no reconocen las autoridades birmanas, al menos 6.700 rohinyás fueron asesinados durante la campaña de represalia militar birmana.
Canadá ha lanzado una investigación sobre las actividades del Gobierno birmano y a finales de junio, Canadá impuso nuevas sanciones a siete líderes birmanos por su participación en la represión de los rohinyás.
Pero el Gobierno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se ha negado hasta el momento a retirar la ciudadanía honoraria a Aung San Suu Kyi la líder birmana y premio nobel de la Paz quien ha sido acusada de consentir la «limpieza étnica de manual» con «indicios de genocidio» de los rohinyás.